30/5/11

Cosas del amor

En las profundidades de mi esencia se esconde el miedo al fracaso. De lanzada, nada, paso a paso, por si acaso. La edad, que toda tontería cura, me ha vuelto precavida para esta vida dura. Nunca tarareo la tonada que de mí se espera, si no que bailo al son de las notas de tu canción. Me puede más el amor.

28/5/11

Indignación

Nada más que eso.

26/5/11

...y empiezan igual

Busco los sonidos de tu cuerpo porque el silencio de mi soledad aprieta más que nunca.

24/5/11

De nuevo aquí y no en otro sitio

Aunque sean dos líneas, pues me da una pena ver esto muerto. Un resumen, eso sí, porque en un futuro querré saber qué pasó.

Hay momentos en la vida en los que se producen cambios y además coinciden con que el ordenador se te estropea y te das de baja de algunos servicios, por lo que debes esperar a volver a poner todo en orden para poder arreglarlo. Eso es lo que me ha pasado, mayormente (sí, sé que no se debe utilizar, pero me apetecía).

Como cosa importante, me salió la oportunidad de apuntarme a un curso de relatos. Un curso de cinco sesiones, en el que estoy aprendiendo muchísimo. No, no he colgado la novela, pero en medio de la vorágine de cambios que estoy sufriendo, estas clases me resultan un remanso de paz. Me esfuerzo por hacer los deberes cada semana y me encanta leerlos en clase para que me corrijan y sobre todo, escuchar a mis compañeras los suyos. Del curso sólo quedan dos clases.

Ahora que parece ser que todo vuelve a la calma, me pondré de nuevo con la novela. Tengo muchas ganas, porque a pesar de que la teoría para escribir relatos es una bien diferente que en las novelas, al compararlos en clase, me van quedando claro los conceptos de esta.

Por cierto, me he estado planteando si soy cuentista o novelera y llego a la conclusión de que no soy nada de las dos cosas. Eso no quiere decir que no sea capaz de escribir ambas. Pero, tengo claro, por fin, de que no soy, ni seré escritora. Es un oficio muy difícil que sólo poseen algunas personas, y yo no soy de esas. Aun y todo sabiendo que no llegaré a ninguna parte, seguiré escribiendo, que es algo que me acompaña desde hace muchos años. Y no, no estoy en crisis, estoy en realidad, que es algo que pierdo algunas veces cuando las personas cercanas me dicen: "qué chulo es esto".

Por cierto, debiera romper más cosas de las que escribo y no ser tan diogenética.