13/2/17

Palabras

Te regalé mis palabras, presa de amor infinito, cargadas de tinta y sentido para evitar que el viento las volara. Palabras medianas, pensadas y amadas, detenidas en tu cuerpo, noche tras noche, hasta el alba.

Un día, bien enojada, traicionaste mis palabras, convirtiéndolas en piedras y en afiladas dagas. De pícaras y dulces, las volviste maliciosas y amargas. Las quise recuperar, pero las palabras que se dan no se quitan.

Ahora, palabras de despedida, vacías o descarnadas, palabras que con tu nombre, ya no quieren decir nada. Y polvorienta, batida en retirada, duerme en mi boca, una única y pendiente palabra.

2 comentarios:

Nosu dijo...

:(((

No hay nada peor que palabras hirientes

dintel dijo...

Nosu, depende de donde vengan y con qué intención.