¿Te imaginas cuando deje de conocerte y empiece a reconocerte?
Todas mis sensaciones apresadas en tu forma.
Tú, baúl, conteniendo el tesoro que nunca más estará perdido.
Tú, continente, de voces acalladas, susurros y silencios.
Todas mis ilusiones se reflejaran en tu espejo.
No habrá engaños, ni ácidos refinamientos, sencillamente, con mirarte, te estaré viendo.
Mi mirada te verá, te hará suya y permanecerá contigo, bajo ese sentimiento de lo conocido.
Serás el recuerdo de lo que era ser tú, de lo que mi memoria archivó sobre ti.
Perpetuarás la claridad dentro del enredo que hay en mí.
Serás el acto de reconocimiento previsto, así de sencillo y complicado.
Qué bonito, yo quisiera ser continente de sensaciones y mi contenido fuera sentido.
ResponderEliminarUn beso de domingo
Casi nada lo que dices, buf...
ResponderEliminarBesicos
¿Y cuando el reconocimiento sea mutuo?
ResponderEliminara veces es casi mejor no reconocerse, jejejeje. bicos, guapa
ResponderEliminarEn ese reconocimiento, sin esperar más de la otra parte que su mero existir, en el que no tiene que ser mutuo, en una entrega, en LA entrega que podríamos llamar total... y yo que apenas y me reconozco frente a un espejo...
ResponderEliminarGrande tu post de hoy ...
ResponderEliminarUhmmmm me dejas pensando. Se conoce realmente a alguien o sólo nos aproximamos??
ResponderEliminarA veces tengo la certeza de que sólo hago aproximaciones, acercamientos a las otras personas; si ella, o él, no desea revelarse nada más puedo hacer.
Lo dicho, me dejas pensando. Un abrazo!
Y, aún así, no habrás acabado de conocerla.
ResponderEliminarMe gustado especilmente el fragmento que dice:no habrá engaños ni ácidos refinamientos,sencillamente con mirarte,te estaré viendo.Es una frase muy grande,amiga.
ResponderEliminarPor cierto,me ha sido imposible a tu blog durante muuuucho tiempo.Otra vez nos vemos.Un saludo.
Ojalá nunca lleguemos a conocer por completo a la persona a la que amamos, eso significará que nos podrá seguir sorprendiendo pero, reconocer cada una de las cosas de esa persona, eso,sí que es bonito. un besazo y gracias por el comentario en mi blog...glups!!
ResponderEliminarA mí me ha recordado a aquellos versos que me encantan de Salinas: "...Y cuando me preguntes
ResponderEliminarquién es el que te llama,
el que te quiere suya,
enterraré los nombres,
los rótulos, la historia.
Iré rompiendo todo
lo que encima me echaron
desde antes de nacer.
Y vuelto ya al anónimo
eterno del desnudo,
de la piedra, del mundo,
te diré:
«Yo te quiero, soy yo»."
Por aquello del reconocimiento interior sin adornos...
Precioso (como siempre.)
muy bonito...un besoo
ResponderEliminarescribis muy pero muy lindo...tus aplabras llegan..de verdad.
ResponderEliminarun saludo y segui asi
Será enamorarse... ¿será?
ResponderEliminarGracias por regalarme esto, hoy, y llenarme la cabeza de gratos recuerdos no muy lejanos.
Besos
Precioso texto, sí. Nos recuerda que el amor es sentimiento y emoción, pero también voluntad y deseo. Intención y fuerza. Cuando empiezas a reconocer a alguien, comienza una etapa distinta, sin duda.
ResponderEliminarsencillamente genial
ResponderEliminarbesiños
hola, encantada por venir aqui a disfrutar de ti,amiga!
ResponderEliminarte invito a que conozcas cem%eu
espero que te guste
saludos
ts
¡Uf! Y no puedo decir más.
ResponderEliminarEso quiero yo, que venga la luz e ilumine mi caos!!!!!!!
ResponderEliminarBesos.
Maravilloso texto,me identifico plenamente ;)
ResponderEliminarMuchas gracias por tu visita a mi blog, de verdad, ¡nos leemos!
Besicos de limón