Pensé que en mi juventud había puesto mucho empeño en recortar unos patrones que se ajustaran a mi vida, pero está claro que en algo me equivoqué. Voy arrastrando el bajo de mis celos que se descosen continuamente. La cremallera de la diplomacia no funciona bien y siempre acabo metiendo la pata. Tengo un agujero en el bolsillo derecho de la esperanza, por donde pierdo los intentos de lucha y las ganas. Se me caen los pantalones porque no se ajustan bien a la cintura del ánimo. Llevo la ilusión cosida al bies sesgando todas las cosas buenas de mi existencia. La amistad me queda corta de sisa y la rasgo sin darme cuenta, frecuentemente. Cuesta desabrochar los botones de la envida porque los ojales de la autoestima son pequeños y cerrados. La tristeza hace arrugas en la tela de mi semblante.
No fueron los patrones, me equivoqué al tomar las medidas. Mi vida no es de mi talla, me viene grande.
...es estupendo...ahora ya sabes las medidas...hoy es un buen día para dibujar un nuevo patrón...¡te quedará como un guante!...un abrazo...
ResponderEliminarSeguro que los patrones que elegimos no eran los adecuados, siempre hay que pensar que el Burda llevaba demasiadas lìneas que elegir, y cogimos la talla equivocada.
ResponderEliminar"Bordar" esos pensamientos, sí que sabes, genialmente.
Besicos de otra mal vestida...
Encarna
No pretendamos que el patrón hecho en la juventud nos sirva para siempre... (no veas cómo, desde entonces, han crecido mis tetas y disminuido mis caderas...)
ResponderEliminar:¬]
Besos!
Ja, ja, ja... buen comentario el de Glora. Cambia todo cambia...
ResponderEliminarMe ha gustado mucho Dintel.
ResponderEliminarEl problema es que siempre estamos intentando "encajar" en algo...
Después de lo que ha dicho Glora, nada que añadir. Sólo que, en tiempos de necesidad, se sacaban jaretones, se ampliaban costuras, se cambiaban los botones, se repasaban los rotos, se daba la vuelta a los cuellos... Se trataba de adaptarse a las circunstancias y sacar el máximo partido a lo que se tenía.
ResponderEliminarY con un centrifugado fuerte no encogerá como la angora???
ResponderEliminarEl burda!!! Madre mía mi madre los tenía encuadernados con tapa dura y letras doradas...De pequeña me encantaba mirarlos...
BSS
sabiendo las medidas ya es mas facil
ResponderEliminarpues ya sabes presumidilla a te lo arreglas o te colocas un buen cinturón, mas que nada para que no se te caiga y si se cae, pues en bolas, mas natural, ¿no crees?, besitos
ResponderEliminarpero por lo menos, ya sabés donde tenés que coser, y donde está lo malo.
ResponderEliminarTe quiero
no sabes cuánto me gustaría ser (buena) costurera en estos momentos para arreglarte ese desastre...
ResponderEliminarprecioso
como siempre
ala que buen texto!!! y estoy de acuerdo con pulgacroft a veces podemos perder media vida tratando de "encajar" en algo... saludos
ResponderEliminarHola Dintel,
ResponderEliminarLo grande es modificable.
Besos entre puntadas
Me ha gustado,
ResponderEliminarmucho mucho y mucho...
:-)
Muy bueno el texto.
ResponderEliminarHabrá que tomar las medidas nuevamente, eso es lo bueno, que tiene arreglo.
Un beso
y la transitoriedad de mi vida cosida con hilván...
ResponderEliminarsi habré recorrido kioskos de la mano de mi madre que buscaba esa revista
qué espanto
Lo mejor siempre es tener un buen cinturon, con el nada te quedara lo suficientemente grande como para que salga de tu control.
ResponderEliminar:)
Como ya han dicho por ahí arriba,todo cambia,tenemos que irnos adaptando.
ResponderEliminarTe ha quedado todo muy de corte y confección, e hilando palabras.
ResponderEliminarAl menos te queda grande, eso quiere decir, que cortas un poco por aquí, otro por acá, una cocida por allá, abrir un poco esos ojales...y plaf!...ya está...ahora se le quitas demasiado, creo que estarás en problemas.
ResponderEliminarEXCELENTE TEXTO.
SALUDOS
Es que la vida se ha estirado como chicle. Habrá que hacer algo al respecto.
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