Entre sábanas, vemos las gotas resbalar por la parte exterior de los cristales de la ventana. El día gris abraza desasosiego en la calle y hoy, mucho menos que otros días, apetece soltarse de tu abrazo, manta de calor que me ha permitido dormir toda la noche. Nos da igual el día que haga, porque, sudorosas y radiantes después del acto, brillamos con luz propia. Las gotas, perezosas, se resisten a deslizarse; ¡qué lentitud hay más allá de nuestros corazones!
¡Habéis conseguido parar el tiempo! (Ya me dirás cómo se hace). ;-)
ResponderEliminarComo se nota, que no tenéis a dos fierecillas dando por saco todo el día,jajaja
ResponderEliminarBesitos
como me gustan tus escritos, besos de domingo
ResponderEliminarDinteeeelll a mi la lluvia no me deja tener clases motoriles, me tendré que buscar algun plan estilo tuyo...como por ejem: Entre sábanas, vemos ....
ResponderEliminarUn besito
Felicidades a los que tenéis "acto". Yo como no tengo genitales.
ResponderEliminarHa sido leerte, y venírseme a la cabeza un momento similar, o parecido. En mi caso, las gotas se estrellaban contra la claraboya.
ResponderEliminarMomentos como esos valen una vida.
...hermosísimo...un abrazo...
ResponderEliminartic-tac tic-tac tic-tac.....
ResponderEliminarSiempre me he quedado embobado como los tontos mirando las gotas tras el cristal.
ResponderEliminarBesos
Esos días hay que estar adentro y tal y como lo describes
ResponderEliminar¡¡Qué delicia vivir siempre en ese estado de extasis¡¡¡
ResponderEliminarhola guapa;
ResponderEliminar¡qué bonita descripción de la calidez del abrazo tras los cristales empañados!
besos,
Si es que la lluvia da para mucho.
ResponderEliminar:)
Hola Dintel,
ResponderEliminarEste invierno ha llovido mucho....
Me gustó el escrito. Mucho
Un abrazo