He visto dos manos que iban cogidas por la calle, paseándose sin prisas, balanceándose al compás de cada paso. Dos manos huesudas, femeninas, cálidas, atrevidas. Dos manos que tenían los dedos entrelazados como si ese contacto fuera el que impidiera actuar a la gravedad. No había movimiento alguno entre los dedos, más bien parecía que existía un consciente desinterés por parte de ambas manos y sin embargo, cosa que me sorprendió, de aquel contacto fluía amor. Hasta tal punto, que yo que iba detrás, me iba salpicando de él.
Desde aquel día busqué una mano que me cogiera así para pasear la vida. Una mano que mostrara ese desinterés consciente que lleva al amor y no a la posesión.
Manos maravillosas
ResponderEliminarLo malo es que vayan las dos manos entrelazadas por el centro repleto de gente, ahí el amor se va convirtiendo en ganas de pegar a todos los que no se mueven...
ResponderEliminarUf, esto es más difícil que la búsqueda del santo grial. Tómalo con calma.
ResponderEliminares como dice aminuscula, difícil... pero posible.
ResponderEliminarllegan más fácilmente si no las buscas ;)
ResponderEliminar:-)
ResponderEliminarAmor, desprende amor...
ResponderEliminarYo estoy en la misma Dintel: buscando una mano para pasearla por las calles salpicando amor y no posesión.
ResponderEliminarMe ha encantado.
Besos!
Me gusta agarrar así la mano de quien conmigo va.
ResponderEliminarEncantador.
ResponderEliminarManos enamoradas...
ResponderEliminar"Para pasear la vida"...
ResponderEliminar"desinteres consciente que lleva al amor y no a la posesión"...
Me quedo con esas dos frases
(Con tu permiso)