Una vez dejé entrar el silencio en casa. Todo empezó a empequeñecer, a adelgazarse y a menguar. Las paredes y los muebles se tiñeron de gris. La luz emitía rayos de penumbra. Los porticones de las ventanas dejaron de abrirse. El silencio se aclimató y circulaba majestuosamente por cualquiera de las estancias. Poco a poco, la casa y todo lo que ella contenía viró hacia el negro vacío. Sin embargo, rojo y vigoroso, henchido de felicidad y más energético que nunca latía mi corazón satisfecho por sentirse oído.
Es increíble cuando se escucha en ese espacio, ¿verdad?
ResponderEliminarBuenos dias querida profe, estoy tan mal acostumbrado al ruido, que cuando ocurre eso, lo primero que pienso es que estoy taquicardico, al instante despues del sobresalto, me sobreviene la inspiracion, coño!!!, estoy bien, a continuacion me pongo manos a la obra.
ResponderEliminarBeos x dos.
Jesus
P.D. ¿Y la vaca, como va???.
huy, sí!! también merece ser escuchado...
ResponderEliminarUn saludo.
Yo a veces lo ansío.
ResponderEliminarBesicos para dos X dos
no siempre el silencio tiene porqué empequeñecerlo todo y volverlo gris, es como la soledad...
ResponderEliminarCuando el silencio entra en mi casa es, desde el principio, una maravilla que me deja oír mi corazón.
ResponderEliminarme icen que así se oye en las cuevas, hasta tu sangre corriendo por las venas, pero como soy claustrofóbica, nunca lo averiguaré!
ResponderEliminarDintel, tu si que no necesitas un coso de esos, Holter, creo que se llama.
ResponderEliminarUn besito
Pues entiendo perfectamente a tu corazón. Yo a veces pongo música en casa así alta porque me lo pide el cuerpo pero si echo cuentas paso mucho más tiempo en silencio absoluto y la verdad es que me gusta mucho.
ResponderEliminar;)
(Me ha encantado).
Ah, entonces mi corazón grita tanto por eso...
ResponderEliminarBss.
Cuestión de matices...en mi casa el silencio amplia horizontes, mueve las paredes, crea espacios donde regodearse de su silente presencia y...me gusta!
ResponderEliminarEs un bien tan escaso como valioso. Ojala tuviera más.
ResponderEliminarA veces es silencio es tan ruidoso que sobran todas las palabras.
ResponderEliminarCreo que soy incapaz de escucharlo. Emito siempre ruido.
Jeanne Decibelios
Silencio. Amigo y enemigo al mismo tiempo.
ResponderEliminarrojo sobre negro bonito cuadro.. se echa de menos de vez en cuando..
ResponderEliminarQué texto tan bueno, me ha entusiasmado!
ResponderEliminarHola bello blogg, preciosas entradas, te encontré en un blogg común, si te gusta la poesía te invito al mio,será un placer,es,
ResponderEliminarhttp://ligerodeequipaje1875.blogspot.com/
muchas gracias, buen martes,besos.
Hoy ha sido un día de esos en los que he dejado entrar el silencio por las puertas, las paredes,...mi piel. El silencio es el único estado en que no es malo que las cosas dejen de tener sentido.
ResponderEliminar<un abrazo.
Qué cosa más bonita...!
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