Visten de luto las palomas
y forman el pasillo de honor,
en el solitario parque de la esquina,
donde del sol apenas llega el calor.
En el momento, una caravana de intuiciones
susurrando a tempo de pavor.
Quietud y calma después de la cuchillada,
antes, sudor, obcecación y terror.
Yace a su lado, la abandonada daga,
que con su secreto y silencio afiló.
Su libro narra una vida,
sus notas a pie de página,
la que vivió.
Mmmm... y seguramente esas dos vidas sean parte de una misma verdad.
ResponderEliminarApasionante final, las notas a pie de página nunca fueron tan importantes en otros libros, otras vidas.
ResponderEliminarBesos
Sí, estoy de acuerdo en que la mayor parte de las vidas se escriben sólo a pie de página, en minúsculas, sin negrita, sin subrayados, anónimas...
ResponderEliminarDintel, andas de un dramático que ya te digo...
ResponderEliminarBesos
Irreverens, como siempre.
ResponderEliminarAdR, eso parece.
ResponderEliminarPULGA, es que si no fuera así, ¿cuánta historia deberíamos aprender?
ResponderEliminarBlau, no sé si dramático o realista, eso es lo malo.
ResponderEliminarEn paz descanse.
ResponderEliminarDrama o realidad, esas imágenes casi se sienten. De veras.
ResponderEliminarSaltinbanqui, ¿tú crees?
ResponderEliminarRaquel, ¿realidad dramática?
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