27/2/12

Morir de amor

Que dulce tortura desearte. Mirarte e intentar controlar ese fuego interno que me activa las entrañas, esa quemazón a flor de piel que sólo necesita el resorte de una caricia para saltar y hacerme saltar. Control, eterno control, no es el momento. Querer besarte y vivir retardando el deseo para aumentar así el placer en el instante del beso. Mirarte, escrutarte, penetrarte a través de la mirada; imagino una y otra vez cómo mis labios rozan los tuyos sin atreverse a buscar mi lengua la tuya. Recreo la situación hasta que llego a tal estado de excitación que me lanzo sobre ti y con un beso te conduzco hasta la cama. Ahí, nuestros cuerpos desnudos se enroscan buscando el mismo espacio, mis ojos se cierran para dar rienda suelta a mis otros sentidos. Las sensaciones se acrecientan hasta que caricias, besos y sexo culminan en orgasmo para hacerme morir de amor.

5 comentarios:

  1. Dintel, fíjate que yo hace unos minutos renací.
    Besos

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  2. una maravillosa pequeña muerte de la que renacemos con brillo en los ojos...

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  3. Uf!!! Si, si, durante ese estadio de tiempo se mueren todos los malos rollos del mundo.
    Desde luego no hay mejor menra de afrontar el posterior renacimiento.
    Besos x dos
    Jesus

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