1/1/13

Al día siguiente

Nos encontramos cara a cara, en el pasillo de siempre. Intentamos no sonreír, no desvelar, esta vez más que amistad había amor, había sexo. Nunca quisimos el amor sin sexo, ni el sexo sin amor. No hizo falta decírnoslo, ni una vez, ni tan siquiera pensarlo. Nuestras miradas, maduras en cruzarse, lo decían todo. Recorría, aun, el último soplo de mi aliento, tu cuerpo y el azote de la brisa del recuerdo, percusionaba mi sexo, cuando nuestras nuevas miradas se abrazaban en profundo deseo.

4 comentarios:

  1. jejeje un post calentito para empezar el año..

    besos,

    ResponderEliminar
  2. Ese deseo es siempre apasionante

    ResponderEliminar
  3. El amor y el sexo, si van unidos mejor que mejor, pero en la vida pueden existir instantes y/o momentos donde el amor solo es impresionante y el sexo solo también lo es.
    Un abrazo

    ResponderEliminar