No puedo dormir. He querido leer hasta que las palabras
atraigan mi sueño, pero ha sido inútil, lo han ido alejando poco a poco hasta
que mi cuerpo ha tenido la necesidad de levantarse de la cama y pasear por el
pasillo. Tengo el amor a flor de piel y estoy tan profundamente enamorada que apenas
puedo respirar sin que los ratoncillos de mi estómago se pongan a saltar y,
comprenderéis que, así es imposible dormir, ni comer, ni casi vivir.
Su mirada es una invitación a la firmeza, para poder seguir
amándola extinguiendo todo amago de duda que aparezca en mi interior. Yo no
estaba llamada a participar en su vida, pero el destino, o el deseo, nos unió. Y
lo que una el destino que no lo separe nadie.
Antes tenía tantas consistencias de que no iba a enamorarme
como lo he hecho, que, al conocerla, todo mi ser se ha duchado de amor. Es
fácil establecer un pacto con la locura, y vive Dios (estimado Quijote), que
con ella, la locura, he pactado: he pactado con el amor, sinónimo de gran
locura.
Y este amor ha desterrado aquel terror que el oráculo dejó
como herencia en esta vida, el terror a la soledad; y ahora vivo, feliz, con mi
amor: contigo y con mis ratoncillos.
no se puede vivir del amor, pero que lindo se siente!!!
ResponderEliminarParece q esos ojos azules le han hecho olvidar otras miradas...otros amores...otros instantes...alimente esos ratoncillos y deje..deje..al destino actuar..
ResponderEliminarJLO, cierto, una lástima.
ResponderEliminarNoor, pensé que mis ratoncillos habían fallecido, pero no ha sido así, estaban en letargo esperando a que volviera el amor.
ResponderEliminarEs fantástico cuando el amor nos invade de esa manera! Disfruta de esa experiencia, es de las más increíbles de la vida :)
ResponderEliminarAhora son ratoncillos ? qué pasó con las mariposas de toda la vida?
ResponderEliminarNormal que no te dejen dormir .... 😉
Disfruta, es el momento mas lindo...
Beso grande.
hiro, eso parece, una experiencia absolutamente única. El amor, aquello que todo el mundo busca y nadie sabe cómo encuentra, o no?
ResponderEliminarLaura, en mi caso siempre han sido ratoncillos. Será porque el mundo de los roedores está más cercano a mí. Además, no son tan efímeros como las mariposillas. Supongo que estos diminutivos son más para estómagos.
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