Soy consciente de muchas cosas aunque no quiera pensar en ellas. Hay una, que se me ha hecho muy presente últimamente y la culpa la tiene el libro (Cuanta más gente se muere, más ganas de vivir tengo) de Maruja Torres, que por cierto, me ha encantado. Me gustaría mucho poder escribir como ella, poder tener la mirada que tiene sobre el mundo y las cosas que pasan. Pero no es así, por lo que me conformo en ir haciendo mis pinitos con respecto a lo que a la escritura se refiere.
Me he ido de tema. Lo que se me ha hecho tan presente es mi camino hacia la vejez, la toma de consciencia de la finitud.
Es cierto que cuando nacemos nos olvidamos que “ya vamos camino de la muerte” y vivimos a espaldas de esta idea hasta que un día cumples los cincuenta años y te dices: “Ahora me da igual sumar años que descontarlos”. Y aunque al principio no te das cuenta, el tiempo, tu tiempo, ha cambiado de manera sorprendente. Cada cosa que haces (a la que dedicas un “tiempo”) necesita ser de más calidad (emocional y productiva) para ti, porque desde tus cincuenta, estás descontando tu tiempo.
Hay gente que esta toma de consciencia la tuvo a los sesenta o a los setenta; yo la tuve a los cincuenta. Y soy feliz por ello, ya que me permite haber encontrado una manera más profunda, más tranquila, más amplia de disfrutar de todo lo que hago y con ello, la paz. Y en este disfrute, también me ha aparecido el agradecimiento.
No, no tengo una libreta para escribir cada día todas aquellas cosas por las que doy gracias. Me parece, que, para mí este método, sería un poco impostado. Pero sí, que intrínsecamente, de alguna manera, sin palabras, solo con un fugaz pensamiento, me aparece esta sensación en mi alma y ocupa uno por diez elevado a menos 43 segundos (mi estimado “Temps de Planck”) la plenitud de esta.
Qué feliz soy cuando un libro cumple su misión: poner mi interior patas para arriba.
4 comentarios:
Parece que con la edad vas aprendiendo a saber más lo que "no quieres" , que lo que quieres.... los pequeños placeres brillan mucho más.
Un saludo ; )
Hola, por de pronto, lo que quiero es poder seguir un buen ritmo de escritura en el blog. Lo añoro un montón. Necesito escribir de forma continuada. Pero la vida que llevo ahora (dormir algo más) me ha quitado el espacio que tenía dedicado a él. Ahora estoy intentando crear espacio para hacer las cosas que tanto me gustan y que son placeres que, como tú dices, brillan más.
Gracias por estar siempre aquí.
Me alegra volver a leerte.
Y sí, un buen libro es un regalo de la vida.
Acabo de leer el Quijote... y qué equivocado estaba cuando me parecía un libro casi ridículo que había abandonado mil veces.
Cuántas veces me habré equivocado dando por supuesto cosas que no eran como yo creía?
En fin... más vale tarde que nunca.
Un abrazo.
Jo estic entrant a descobrir l'agraïment. No sé si és l'edat o no però m'agrada. M'adono que he hagut de traspassar la ràbia.
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