La lectura de un libro suele ser equiparable al ascenso de
una montaña, subes, subes, subes, hasta que alcanzas la cima. En cambio, por paradójico
que pueda parecer, la lectura de Charlotte ha sido como descender una montaña
esquiando a gran velocidad en las pendientes pronunciadas y paseando en amplios
slalom cuando estas perdían su severidad. A veces notaba el frío de la nieve, a
veces el calor del sol sobre la cara.
Leí en un diario la crítica de este libro y decía que estaba
escrito en verso. Yo considero que no es así, a pesar de lírica y la poética
que contiene. El autor escribe toda la novela utilizando una línea por frase.
Esto me ha dado la sensación de quedarme con ganas de más a cada momento. Si
tuviera que hacer un símil es como si me dieran de comer con una cuchara medio
llena cuando yo estoy muerta de hambre, me quedaría esperando la siguiente
cucharada con anhelo. Así me he leído el libro. Vamos, que me lo he leído en
dos sentadas.
Totalmente recomendable. Además, el libro es una biografia
novelada de Charlotte Salomon. Mi recomendación es que si no sabéis quién es no
busquéis información en la red, primero leeros el libro.
Ayer por la noche no me podía dormir, llevaba el aroma de
Charlotte en el alma y me sentía completamente conmovida por la historia. Aun,
hoy, si respiro profundamente, siento que el último aire que saco contiene un
poco de ella.
Leedlo, casi es una orden.
1 comentario:
Yo soy muy obediente. Lo leeré. "La delicadeza" ya me había gustado Dintel,
gracias por la recomendación. Eso de una linea por frase me intriga mucho.
Saludos!
Sandra.
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