18/2/15

Bulo

¡Qué difíciles son de creer las verdades y qué fácilmente nos creemos las mentiras sobre los demás! Pocas veces ponemos en tela de juicio los juicios de los demás. Juzgamos creyéndonos con el conocimiento y el poder de hacerlo y lo llevamos a cabo con tanta asiduidad que ni somos conscientes de que estamos juzgando.
Alguien suelta una mentira sobre alguien y corre como la pólvora. A cada oído que llega, sale por la boca duplicada y se expande en progresión geométrica a la velocidad de la luz.
Esta vez, la víctima soy yo. No sé el motivo del bulo, pero es, en su totalidad, falso, infundado. Ha corrido de tal manera que, cuando apago el fuego por un lado, un ascua se activa por otro. Me increpan creyéndose en el derecho de hacerlo, desconfían confiriéndome el papel de ogro hipócrita. Medusa es quien me gustaría ser y convertir en piedra todas esas bocas que exhalan mentiras.
Y así paso los días, andando sobre arenas movedizas, hablando con la gente sin saber quienes son mis detractores. Se corta el hielo, saltan chispas, y lo que es peor: no las se ver venir, pues me caen de todos lados. No sé cuanto más voy a poder aguantar.

17/2/15

Rebajas

He rebajado mi vida hasta la altura de un saldo. Un saldo de aquellos que siempre permanecen en el montón. Un saldo de aquellos que a pesar de ir de mano en mano nunca llega a gustar lo suficiente para ser adquirido.
He rebajado mi alma hasta el mismo precio del vacío. No hay olores que me recuerden a antaño; no hay olores que contengan vida. Devengo, luego no existo. Ni un ápice de alegría en los rincones de mi ser. Ten paciencia, todo pasa, me digo aun a sabiendas que esta vez no va a ser así. Dentro, hecha girones, imposible coser tanto desgarro.

16/2/15

Procrastinación

Debo diferir las ansias de comerme el mundo. No es momento. La idoneidad será cuando me impele el corazón con nuevas ganas de amar. Ahora aun no tengo suficiente fuerza impulsora para este nuevo periplo que he empezado con pasos inseguros. Cuesta conceptualizar lo que me ha pasado. Implosioné y ahora me desconozco. Actúo con respuestas de índole diversa y  me zambullo en el fulgor de mis emociones, poco convincentes, con reparo y temor, pues no quiero dejarme empapar por el efecto de ningún flujo emocional. Exhalo mi aliento creativo y me repliego, con introversión en la mirada. Sumergida en oscura sustancia profunda en espera de que algún acicate me espolee.

15/2/15

Ánimos

Ánimo ninguno. Todo el tiempo del mundo y no me apetece hacer nada. Salir pronto del agujero. Acojo resignada el abandono. Todo el que siembra recoge. Y a mí me obligaron a sembrar a destiempo. Por eso ahora sólo recojo hierbajos y brotes secos. 
A veces pienso que yo no pedí vivir, sin embargo, me toca hacerlo.

12/2/15

Conversaciones con tecnología


A noche, hablaba por teléfono, una de esas conversaciones en las que no hace falta justificarse en nada porque se puede hablar corazón en mano y razón sobre los hombros, cuando, viniendo al caso, he dicho:
─Hoy he leído una cosa que me ha encantado. Espera que te la leo: “Tanto si me odias como si me amas, las dos cosas están a mi favor. Si me amas, estoy siempre en tu corazón y si me odias, estoy siempre en tu cabeza.”
─Chulísimo, es como aquel de: “Que hablen de mí aunque sea mal”. Espera, que te envío un vídeo por “Guap”:


Me encanta la tecnología punta cuando apunta al sentimiento.

10/2/15

También esto pasará

Gané una apuesta y fue mi premio;  porque es un buen libro y para que pudiera aferrarme al título. Me lo leí en un par de días, a la velocidad con la que leía antes, abrazada a la tranquilidad y a la soledad, antiguas compañeras.
El libro es veloz, interesante, rompedor, descorazonador, real, cercano, abismal para el pensamiento, preámbulo de cualquiera de nuestras vidas. Lo recomiendo; lo he dejado y está gustando tanto como a mí. Ya me daréis vuestra opinión, si os apetece.

9/2/15

Primer paso

He guardado mis ilusiones en una maleta, bien dobladas y aplanadas para que quepan todas. Ya no las necesito para vivir. Las subiré al altillo y las pondré al final de todo, para que me sea difícil sucumbir a ellas. Me gustaría olvidarme bien pronto de su existencia. Me ardían en el alma y necesito sobrevivir. Tremendo el devenir que me espera, sin horizonte, caminando en el vacío para no dejar huella.