18/2/15

Bulo

¡Qué difíciles son de creer las verdades y qué fácilmente nos creemos las mentiras sobre los demás! Pocas veces ponemos en tela de juicio los juicios de los demás. Juzgamos creyéndonos con el conocimiento y el poder de hacerlo y lo llevamos a cabo con tanta asiduidad que ni somos conscientes de que estamos juzgando.
Alguien suelta una mentira sobre alguien y corre como la pólvora. A cada oído que llega, sale por la boca duplicada y se expande en progresión geométrica a la velocidad de la luz.
Esta vez, la víctima soy yo. No sé el motivo del bulo, pero es, en su totalidad, falso, infundado. Ha corrido de tal manera que, cuando apago el fuego por un lado, un ascua se activa por otro. Me increpan creyéndose en el derecho de hacerlo, desconfían confiriéndome el papel de ogro hipócrita. Medusa es quien me gustaría ser y convertir en piedra todas esas bocas que exhalan mentiras.
Y así paso los días, andando sobre arenas movedizas, hablando con la gente sin saber quienes son mis detractores. Se corta el hielo, saltan chispas, y lo que es peor: no las se ver venir, pues me caen de todos lados. No sé cuanto más voy a poder aguantar.

1 comentario:

SoLo dijo...

Deseo que tengas fuerzas, paciencia y todo lo que sea necesario para poder aguantar, resistir.
Encantada de poder leer tu blog de nuevo. Lo echaba de menos.
Saludos. Solo