A noche, hablaba por teléfono, una de esas conversaciones en
las que no hace falta justificarse en nada porque se puede hablar corazón en
mano y razón sobre los hombros, cuando, viniendo al caso, he dicho:
─Hoy he leído una cosa que me ha encantado. Espera que te la
leo: “Tanto si me odias como si me amas, las dos cosas están a mi favor. Si me
amas, estoy siempre en tu corazón y si me odias, estoy siempre en tu cabeza.”
─Chulísimo, es como aquel de: “Que hablen de mí aunque sea
mal”. Espera, que te envío un vídeo por “Guap”:
Me encanta la tecnología punta cuando apunta al sentimiento.
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