27/6/10

Repesentación porsigráfica

Eres deseada ecuación de difícil solución. Me sonríes. Coges mi mano y la conduces al punto (0,0).

Dibuja la gráfica y verás que soy de múltiple solución. Sonrío y me pongo manos a la obra.

26/6/10

Cosas que no se ven pero se saben

En el cementerio, un montón de manos enterradas, con sus uñas crecientes, arañan la tierra que les separa de la vida. Todas enervadas menos una, que permanece tranquila en su eternidad. Supo, en su momento, arañar la vida y ahora no tiene necesidad de arañar la muerte para sentirse viva.

20/6/10

Times, sweet times

Hacía tiempo que no tenía una tarde de domingo con mayúscula. Insensible que es una, ni se había dado cuenta de la añoranza que tenía de ello. Mañana me saco de encima un gran peso. Todo mi trabajo ya ha sido realizado, sólo queda esperar el trabajo de los demás y ver resultados. Explico esto porque este fin de semana, después de un montón de ellos preocupada y trabajosa, me he podido relajar. Incluso me he permitido perder el tiempo, con la mirada perdida y con absoluta tranquilidad. Y esta tarde, por fin, masa y rodillo en mano, buena compañía para hablar y reír y algún que otro “yin-tonic” (para estimular tanta acupuntura) han dado como resultado lo que se puede ver en las fotos.

Hoy, sí: ¡qué me quiten lo bailao! (y lo balao, también).

18/6/10

Empuje

Ayer estuve en la presentación de un libro. Ha escrito nueve en ocho años y ha publicado tres. La gente más cercana a ella dice que cada día escribe mejor. Tengo sus tres libros dedicados, no me he perdido ninguna de las presentaciones. La de ayer fue en una librería, nos sentaron en una pequeña sala con ventanas arqueadas y todo el mobiliario blanco. La presentación fue algo escueta, a penas duró quince minutos. Poco tiempo para ir aumentando mi envidia. Cómo admiro y envidio a las personas que son capaces de hacer lo que se proponen.

Me muero de ganas de empezar a leer su libro.

16/6/10

Ven

Ven, cógete de mi mano. Súbete en mí. Te pasearé por el mundo de mis palabras. Verás que nunca más te volverás a sentir sola. ¿Por qué dudas? Sólo hay una oportunidad. El texto no espera. Debemos embarcar el equipaje en el título. Así podremos viajar sin peso, tranquilamente, por nombres y verbos. Siempre cogidas de la mano. No tengas miedo. No te pienso soltar. Tu caminarás mirando el paisaje de frases y yo, sin apartar la mirada de ti. Juntas, siempre juntas. Hasta que nos toque pisar el punto final. Cuando lleguemos a él, ¿querrás viajar conmigo por la eternidad de la hoja en blanco?

15/6/10

El pasado pasado no está

Ando a la greña conmigo misma. Qué terrible es el pasado no perdonado, ese pasado que, con el tiempo, has ido pormenorizando de tal manera que lo que has conseguido es que lo que recuerdas diste mucho de la realidad vivida. Y es que culpabilidad y recuerdos se avienen mal, nunca se alcanza la extenuación del conflicto. Sólo se consigue dolor, más si te mueves entre letras, pues se es particularmente sensible a la realidad. Y el túmido recuerdo serpea entre esta como un sieso arrancado de cuajo, como cuando de joven arrancaba la cola de las lagartijas.

12/6/10

Retazos de una lectura, retazos de un pensamiento

“Una defensa contra las ofensas de la vida”, dijo el poeta Cesare Pavese, definiendo un poco la literatura. He intentado buscar en mi propia experiencia esta perspectiva y no la encuentro, supongo que debería esperar a que mi producción escrita adquiriera volumen (¿se podría decir “volumétrica”?).

En cambio, sí que estoy de acuerdo en la opinión de Luis Cernuda en la que dice que en la novela (y en la poesía, por supuesto, en realidad habla de obra literaria) deben combinarse dos elementos contradictorios: tradición y novedad. Esta opinión coincide con la mía, aunque, así, a priori, con la experiencia que tengo, vea difícil coger la tradición y tamizarla con mi experiencia para obtener la novedad.

Estoy del todo de acuerdo con que “el escritor se deja en el texto una parte importante de lo que es y de lo que desearía ser” pero, todo lo que se escribe es ficción. La realidad escrita no funciona por sí sola. Me encanta el pensamiento de algunos escritores, entre ellos Unamuno: “lo que desearíamos es lo que realmente somos”.

“El escritor busca y persigue una realidad íntima incluso desconocida para él”. Cuando leo estas cosas pienso que nunca podré escribir la novela, yo no persigo nada, y menos desconocido. ¿Cómo se puede perseguir una cosa desconocida? Sencillamente intento plasmar en un papel, una historia que se me ha ocurrido. Y para ello, me siento, escribo y escribo lo que se me ocurre y me bloqueo y bloqueo, cuando no se me ocurre nada. Es así de sencillo o de complicado (que a mí me cuesta un montón).

10/6/10

Sobre la creación literaria

Qué puedo decir de este libro. Me ha encantado. Ha sido un verdadero placer leerlo (releerlo de forma ordenada) y eso, que en el fondo es bastante repetitivo, porque Flaubert se repetía en sus cartas. Le obsesionaba un tema y lo trataba hasta la saciedad. Pero no puedo negar que he aprendido cosas con él, que aunque yo no las escriba, también tengo mis obsesiones por la escritura y he podido despertar empatía en muchísimas ocasiones. Qué disfrute a veces con su palabra escrita, esa palabra y no cualquier otra.

Esta temporada estoy leyendo poco. El teatro me trae de cabeza y estoy totalmente dedicada a él. Pero dentro de nada, aún leeré menos, una vez estrenada la obra, quiero dedicarme a la novela, aunque antes, me daré el gusto de un par o tres de buenas lecturas. Huy, planes y planes; ya tengo ganas de que sean actos y actos.

El libro es recomendable para todas aquellas personas que quieran dedicarse a escribir, para todas aquellas personas que sean amantes de Flaubert y quieran poseerlo un poco más y para todas aquellas personas que suelen leer cualquier tipo de tema. Para todas las demás, también. Aunque, quien avisa no es traidor, si no te interesa mucho hay trozos que pueden llegar a aburrir, por repetitivos.

9/6/10

Soledades

Llegó la noche abriendo su sima entre los fantasmas del pasado. Llegó la noche, eliminó la tierra bajo los pies, alargó las sombras del espíritu, volviendo insustancial toda lógica.

Llegó la noche, alejó toda palabra del pensamiento mientras permitía al alma eyacular imágenes olvidadas hasta la supuración.

Llegó la abyecta noche y dio paso al suplicio del temor.

8/6/10

El país de las maravillas

Qué bien vivo. He aprendido a ser como los monos, no oigo, no miro, no hablo. Eso, respecto a lo que concierne al exterior, que siempre es más fácil de llevar que el peso inajenable interior del cual, reticentemente, dejo ver la punta, aquel trozo que asoma como un iceberg mientras guardo bajo mis olas el resto de los octavos para evitar aborrecimientos innecesarios.

Y aunque entre mis líneas se me aperciba nadando (o ahogándome) en el fango del desánimo, incito a evitar esa lectura y a intentar entender más lo que no digo que lo que nombro. Que a veces, la única manera de soportar la existencia es escamoteando la realidad para ir en la búsqueda de un lugar junto a Alicia, ya que nunca fueron buenos los rompedores marasmos ni los pantanos interiores de hastíos.

7/6/10

Tus brazos, afluentes de mi vida

Busco en mi interior palabras y extraigo de mi roca la verdad, aquella que sólo se comprende con el lenguaje del alma, en ese interior de mina que alberga el corazón. Junto a mi verdad te encuentras tú, manso manantial de agua platina, el cual hallé cuando más sed tenía y menos me escuchaba.

¡Qué bueno es tener sed para sentirse viva! Vulnerablemente viva para morir en tus brazos y renacer con tus caricias.

5/6/10

Rrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrr

Hoy sí que tengo los demonios desatados y mi rabia les ha dado rienda suelta para que actúen. Fuera el autocontrol y todas esas mandangas, mejor dejo fluir, que los ataques al corazón se pagan caro. ¡Mi reino por un trabuco, unas patillas y un monte! Cada día defiendo más mi asociabilidad. “¿Dónde está la empatía de la que tanto hablas?” ¿Empatía? ¿Empatía? ¿Ahora se llama empatía tener que aceptar una injusticia? Entre un gran acaloramiento, delante de todo el mundo, se desarrolla la discusión. “Ah, yo no tengo la culpa de que no sepas argumentar, ni que la justificación de tu actuación no se sostenga por ningún lado”, pienso. “Eres maliciosa”, me dice porque cojo las palabras de su pobre argumento y las utilizo para el mío.

Lo más curioso de todo es que sabían de antemano, las tres personas implicadas que saltaría, eso tanto puede representar que eran muy conscientes de que lo que hacían era injusto como que, el hecho en sí, sería como un resorte para la malévola Dintel.

El caso es que ni la almohada ni nadie ha conseguido aplacar esos demonios que, a estas alturas, no sé si quiero o detesto.

3/6/10

Disertando nuevos pensamientos

“Sólo hay que pensar en los triunfos que uno se concede, y ser uno mismo su público, su crítico y su propia recompensa”.

Hacer las cosas por i para uno mismo es también subir un peldaño. Nacemos bajo la escalera y todo acto que nos conduzca a nuestra propia verdad nos obliga (o recompensa) a ascender un escalón. Claro que siempre está el positivismo que alega que se nace arriba y cada vez que nos alejamos de nuestra verdad descendemos un eslabón. Viendo lo que cuesta vivir, ando lejos de este positivismo. Siempre fue más difícil la ascensión que la bajada. Incluso a veces la escalera del destino nos obliga a guardar equilibrio sobre zancas cuya madera se halla en estado de putrefacción, un estado, también, muy válido en esta vida.

He encontrado un nuevo preceptor. Se llama Flaubert.

2/6/10

Primer capítulo

Lo acabé de escribir, hace más o menos un mes. Me ha costado mucho durante este tiempo permanecer sin tocarle ninguna palabra. He de confesar que me lo he leído cada día y que cada día he encontrado mil cosas que me parecían mejorarlo, pero he preferido esperar a la corrección.

En ella se me indica qué puedo mejorar y la verdad, estoy contenta porque de algunas cosas ya me había dado cuenta yo. Eso quiere decir que no ando muy desencaminada. De todas maneras, tengo la certeza de que cuando me lance a los siguientes capítulos repercutirán sobre el primero, aumentando información y escenas, de manera que al final quede lo más redondito que lo sepa hacer.

Me toca cambiar el narrador. Es un reto que me apetece. Estoy deseando acabar todo lo que tengo entre manos, ahora prioritario, y ponerme con mi novelilla.

1/6/10

Mis demonios

Conseguir sacar los demonios que una lleva dentro. Eso debe ser madurar. Y digo debe ser porque no he experimentado tan elevada reacción, los míos conviven conmigo desde siempre, sin apartarse ni un solo instante.

¿Fue primero Dintel o lo fueron sus demonios?, se preguntará la historia. Tanto si no se obtiene respuesta a esta pregunta como si fueron los demonios se intentará culpabilizar a alguien. Y a mí no me miréis, yo me los encontré en mi interior y crecí con ellos, no he tenido más remedio, por supervivencia,que familiarizarme con ellos. Hubo una época, en la que las fuerzas eran desmedidas y me creía capaz de comerme al mundo, en que fueron mis aliados. Poco a poco me fui dando cuenta de adónde conducen las malas compañías y luché contra ellos intentando expulsarlos de mí. Fueron intentos nulos. Al final, he dejado que me transiten a su gusto, es la única manera que he sabido hacer.

Conseguir sacar los demonios que llevo dentro juntando palabras sobre un papel, no sé más. Es mi forma de exorcizarme y poder vivir.