26/6/10

Cosas que no se ven pero se saben

En el cementerio, un montón de manos enterradas, con sus uñas crecientes, arañan la tierra que les separa de la vida. Todas enervadas menos una, que permanece tranquila en su eternidad. Supo, en su momento, arañar la vida y ahora no tiene necesidad de arañar la muerte para sentirse viva.

8 comentarios:

Candela dijo...

Eso es lo que tendríamos que hacer, arañar la vida, pero no es lo común, por lo que cuentas.

Sandra Sánchez dijo...

Me ha encantado, breve, conciso, impactante...genial!
;)

Sandra Sánchez dijo...

De lo mejor tuyo.(ya sabes que yo soy menos de barrocos y rococós jeje ;) )

chris dijo...

Hola, pasaba por aquí y he leído algunos de tus post. este me ha impactado. Te deja pensando sobre cómo deberíamos vivir...

un saludo!

Nosu dijo...

Pues sí, coincido con las demás, breve e impactante. Pero como dices, pocas manos saben hacer eso... Nos empeñamos en existir la vida de la manera más complicada posible

Anónimo dijo...

Ufffff....en todo el corazón !

samufon dijo...

Breve, limpio, macabro pero bonito al mismo tiempo, como me gustan a mi las historias. Muy hermoso de verdad.

Raquel dijo...

Todo un universo en los cementerios. Y sin habernos dado cuenta....