12/12/19

Complicidad


A veces necesito escuchar la misma canción hasta que me sangra el sentimiento.


Miro a un lado
Por si encuentro la complicidad en tus ojos
Por si a caso me haces algún gesto y noto
Que de nuevo ganamos confianza
Tomo aire
Para hablarte muy bajito cuando llegues a mi hombro
Demasiada tempestad para un viaje
Mírame pero no digas nada
No sé en qué momento me alejé de ti
Ni cuando nos giramos para ser
El caso es que ahora somos dos extraños
En el bar del desengaño y nos falta hasta la sed
¿Cómo lo resolvemos?
¿Cómo hacemos un ovillo con todo lo que sabemos?
No me guardes en cajones lo que se merece incendios
Ni me lleves la contraria con recelos sin conciencia
¿Cómo lo rescatamos?
Encontremos el sentido de lo que nos ha pasado
Tantas veces repetimos lo que ahora ni nombramos
Qué difícil tanta vuelta
Ya sabemos cómo es aquello de cambiar el rumbo
Simulamos y ponemos mil alertas
Cuando alguno de los dos se ronda
No sé en qué momento se alejó de mí
Ni cuando nos giramos para ser
El caso es que ahora somos dos extraños
En el bar del desengaño y nos falta hasta la sed
¿Cómo lo resolvemos?
¿Cómo hacemos un ovillo con todo lo que sabemos?
No me guardes en cajones lo que se merece incendios
Ni me lleves la contraria con recelos sin conciencia
Y llegas levantando polvo
Castigándome las ganas
¿Qué ha sido de la prisa de sábanas gastadas?
Gritamos y gritamos sin llegar a decir más nada
¿Cómo lo resolvemos?
¿Cómo hacemos un ovillo con todo lo que sabemos?
No me guardes en cajones lo que se merece incendios
Ni me lleves la contraria con recelos sin conciencia
¿Cómo lo rescatamos?
Encontremos el sentido de lo que nos ha pasado
Cuántas veces repetimos lo que ahora ni nombramos
Qué difícil tanta vuelta
¿Cómo lo resolvemos?


Compositors: Maria Vanesa Martin Mata
Lletra de Complicidad © Sony/ATV Music Publishing LLC, Warner Chappell Music, Inc

11/12/19

Mirarnos a los ojos


Ayer, estaba en mi despacho, concentrada en lo mío, sin levantar la cabeza de la lectura de un documento que me había traído un compañero y que se esperaba de pie a mi lado mirando por encima de mi hombro lo que iba haciendo. Cuando acabé de leer e hice las correcciones pertinentes se lo devolví para que fuera a corregirlo. Al irse, vi que detrás de él estaba sonriendo mi ex. Hacía muchos meses que no nos mirábamos a la cara y al hacerlo noté como un baño de amor se apoderaba de todos los resquicios de mi ser. Quise evitar que me viera temblando y también que se diera cuenta que la sorpresa de verla allí me conducía directamente al "parraque". No sé qué cara debí poner, ella estaba mirándome, desde no supe cuánto rato, con su hermosa y dulce sonrisa. Fue la primera en hablar, yo no podía articular palabra; me venía a pedir que le dejara una cosa y cuando le contesté, balbuceé como una estúpida incapaz de dominar la situación. Cada célula de mi cuerpo me gritaba diciendo: “Haz algo, dile que la amas”. Pero pétrea y bloqueada fui incapaz de hacerlo. ¿Para qué? Ella es feliz de nuevo.

Hoy, desde que he empezado a trabajar he estado pendiente a ver si se acercaba a devolverme el préstamo. Al final, con todo el trabajo que tenía me he olvidado de ella y de todo. De nuevo, cuando he levantado la cabeza después de un buen rato de lectura de un dossier, estaba allí, a mi lado. La he visto muy seria, me ha devuelto lo que le dejé, me ha dado las gracias y se ha ido muy rápido. Me he quedado fatal. Ayer por la noche, estuve trabajándomelo mucho, no quería hacerme ningún tipo de ilusiones. Pero el amor es traicionero y puede con toda la voluntad.

Tengo la sensación de que he perdido una oportunidad de acercamiento, así que, con el pensamiento positivo de las narices que mi terapeuta me hace practicar, me quedo con este cruce de miradas cargado de amor, por mi parte y de alegría por la suya, con el que voy a vivir, migaja a migaja, de por vida. Un gran regalo de Navidad.

10/12/19

Tu nombre


Acudo a los viejos profetas
que de la vida
escriben nuevas letras
y con llanto
y de rodillas imploro
que me ayuden, hoy,
a escribir tu poema.

Busco de la musa el hechizo,
que con sangre blanca
tinte bien mi alma
para tu nombre
plasmar escrito;
y, con ello,
evitar la condena,
que al fin sepas que te amo,
que el silencio se convierte en pena
y que, de amor,
en mi lecho,
tu nombre callo.

9/12/19

Inexistencia


Me he puesto en pie
y no de guerra,
que,
aunque la vida continúe
me siento vencida
para soñar despierta,
para soñar dormida;
que lo mismo cuesta
jugar partida
que hacer apuesta:
quien halle pues la salida
pagará de prenda
con su propia vida.

Para el perdedor
poca es la afrenta
que el juego implica;
más, para la menda,
en la que amor es vida
al entregarlo de prenda
habito la inexistencia,
porque, sin ti, mi amor,
es morir yo.

2/12/19

Aquí estoy


Únicalectora me ha instado a que escriba de nuevo en el blog, que hacía mucho que no dejaba bailar mis letras por él. Y yo, obediente como soy, rauda y veloz, aquí estoy.

Si no he escrito estos días es porque he ocupado el tiempo en otros menesteres de prioridad imperiosa, pero, ahora, una vez concluidos, intentaré pasearme a diario por aquí.

Únicalectora me anima a escribir siempre, a pesar de saber qué poca gente más viene hasta aquí a asomar su curiosidad. Gracias a ella mantengo mi vicio, la escritura, vivo y coleando, que no es poco, para los tiempos que me acaecen. Si por mí fuera, me tiraría en un sofá a ver una película tras otra, engulliría comida basura y no me ducharía nunca más. Fuera las obligaciones. Pero si no lo hago, es por dale algo de lectura a mi estimada Únicalectora, que en el fondo se piensa que este es un blog de literatura.

Decir, solamente por verlo escrito, que mi intención es acabar ese pequeño proyecto que quiero publicar en breve y que de alguna manera cerrará una época de mi vida. No sé si será literatura o terapia, supongo que ambas son susceptibles de convivir juntas. Y a esto me dedicaré este puente, con energía y ganas. Únicalectora también me anima a llevarlo a cabo. Y yo obediente que soy, bueno, pues eso.

A mí también me gustaría ayudar a Únicalectora y apoyarla en alguna cosa. Por ahora, a parte de estarle muy agradecida, solo puedo decirle: “pon unos elevens en tu vida”.

Nota: queda pendiente un post para contar los avances con Azules.