Es un placer dedicar un rato a la escritura, aunque tenga poco o nada que narrar.
Los tiempos aquellos en los que vivía extrovertidamente,
tanto a nivel personal como social, han dejado de existir. Ahora la vida se ha
tornado mucho más tranquila. Con pocas vivencias más allá de mis propios
pensamientos, que, aunque parezca mentira, son los mismos de siempre; no han
evolucionado.
Quizá dejé de escribir por miedo a repetirme, a no avanzar,
a decir siempre lo mismo desde el mismo punto de vista. Quizá nunca he sido
escritora y nunca he tenido nada qué decir. Pero, en algún momento, creí que
sí. El error fue dejar de escribir para mí y escribir para los demás, para ser
leída. Quizá me volví engreída creyéndome que entre mis palabras se vislumbraba
cierta calidad. Perdí la humildad que se necesita para escribir y no perder la
honestidad.
Ahora que ando lejos de los insomnios, de los amores y de
las personas bohemias que me rodeaban, ahora, seguro que mi musa se ha ahogado
en el vino que no bebo, porque no me despierta de mis noches de sueño y descanso.
Quizá antes, el tormento que me proporcionaba el deseo de amar me ayudaba a
traducir sentimiento en palabra.
Ahora ya no amo. Ahora vivo sola contando y descontando
tiempos futuros y pasados. Pero, sin embargo, sigue siendo un placer poner mis
dedos sobre el teclado y acariciarlo, presionando con rapidez sus teclas para
que, al final, pueda leer lo que ni yo misma sé que escribo.
6 comentarios:
A mí me gusta mucho como escribes, y además me deja muchas veces (como con este post) esa sensación sorpresiva tan grata de "redondo" al acabar.
Has vuelto!!!..un añito has tardado...se te echaba de menos..tu escribe para ti..y para sentir ese placer de tus dedos en el teclado..y para mi es un placer poder leerte.
Esperando el siguiente post
Contar simplemente lo que cuentas, lo que sientes, es ya narrar y para mí el verdadero de placer es hablar conmigo misma, creo que para ti también. Que no te importe lo que nadie opine (incluida yo misma) déjate llevar sin pensar en nadie más que tú.
Una alegría leerte de nuevo.
Un beso.
Yo, creo que con el que he escrito hoy no te va a a pasar eso de la redondez.
Noor, parece que no vaya a volver, pero siempre vuelvo, (es una amenaza, creo). ;P
Carmela, seguiré tu consejo.
Ganas de correr por los blogs...
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