1/6/11

Vivir con angustia

No paro de pensar en lo curiosos que somos. Un hecho,  fuerte, improvisado, de aquellos que te dejan mal sabor de boca durante muchos días, acaece. Por la noche, los fantasmas se ceban con tus miedos. Las sombras y los ruidos de tu inexperiencia son más alargadas y desconocidas que nunca. Avanzan hacia ti y depositan en cada poro la angustia, esa inquilina silenciosa que te cambia la forma de hacer. Se instala en tu concentración y queda anulada en el acto, de manera que tu día a día se convierte en un infierno: vivir sin vivir en ti. Tu imaginación campa a su libre albedrío, se pasea más activa que nunca, por el bosque de tus inseguridades. La mente, incapaz de dominarla, sucumbe a todo lo irreal, convirtiendo en sensaciones lo que aún no ha sido. Y así van pasando los días hasta que la evidencia, escoba en mano, barre esos miedos fuera de ti, y los oculta bajo el felpudo de tu ser. Ahí permanecerán hasta que alguien vuelva a levantar la alfombrilla.

10 comentarios:

Raquel dijo...

Ahí se quedan, sí. Y creo que cuando vuelven a asomar volvemos a enfrentarlos y recordamos cómo fue la vez anterior. Ahí la sensación del tiempo es viva. Y seguimos y seguimos porque así es.

María dijo...

¡Cómo lo sabes..! Tal cual...

ISA dijo...

Cuando tienes un "algo" y en cuanto oscurece ese algo se vuelve como un monstru. La noche agiganta todo, luego con el dia los problemas siguen, claro, pero parecen otras cosas.
La mente humana, que es como es la condenada.
Es como cuando te pasa algo y se lo cuentas a alguien. A mi me ha pasado y según estoy hablando estoy pensando ¡pero qué tonteria!, si tampoco es para tanto.
Por eso muchas veces le hablo a mis perritas. S. se parte y cree que me falta un tornillo y es posible, pero yo me quedo como nueva.

maslama dijo...

bueno, yo no me preocuparía demasiado por el duende del miedo, es caprichoso e igual que va viene, y como buen adolescente tiene la mala constumbre de reclamar demasiada atención..

besos,

maslama dijo...

costumbre, sorry

Anónimo dijo...

Dintel, si la escoba no funciona, pásate a la aspiradora, siempre estarás a tiempo de tirar la bolsa con lo que te sobra al contenedor más cercano.

:)

Sandra Sánchez dijo...

En eso consiste nuestra infelicidad, en vivir siempre en los miedos que fueron o en los que podrán ser ( o no) y no ser capaces de vivir nuestra presente más inmediato, ése en el que nunca solemos estar...si eres capaz de pasar la escoba aunque sea de vez en cuando, tienes mucho adelantado.
;)

pd. Gracias por el buscador.
;)

illeR dijo...

Yo creo que mi alfombra ya no tiene más espacio debajo y han rebosado todos

Tawaki dijo...

A nuestra mente le gusta recrearse en los círculos viciosos. Cuando nos enfrentamos a un problema le damos vueltas y más vueltas hasta que nos llega la solución.

Curioso, sí.

without dijo...

Es mejor pasar la aspiradora, así no quedan restos...

Un abrazo