4/9/12

Como una moto

Asediada se halla mi alma por sentimientos oscuros y negros, casi muerta por tanta intensidad. Los escrúpulos ya no cuidan de mí ni vigilan mi buen sentir, me han abandonado a la profunda decadencia. Defenestro las ganas de vivir y desparramo mis carencias. Amontono a paladas sobre el estiércol mis miradas desperdiciadas. Con cuchillo de cocina, rasgo la piel con tu nombre. Duele menos que perderte. Doy gas a fondo sobre mi moto, sin parpadeo, y aparece la verdad, una verdad pequeña pero pesada: contra cualquier muro la vida acaba.

No hay comentarios: