Si no es indiscreción, explícame que te pasa. Cada vez que paso por delante de ti te noto apabullada, más concretamente, abrumada. Y cuando te saludo, me contestas un “hola” en tono polvoriento y sordo.
¿Te he hecho algo para que estés así conmigo?
Que yo recuerde, apenas tenemos contacto y siempre te saludo
con cordialidad y simpatía. Es cierto, que no me paro a hablar contigo, pero es
que no nos conocemos personalmente. Solo de cruzarnos en el trabajo o de coincidir
cuando es la hora del desayuno, tú con tu café en la mano, yo con mi coca-cola.
Si nos habláramos sería una conversación banal, utilizando la típica función
fática de ascensor. Poco más. Y yo soy muy poco docta en estas situaciones.
Si trabajaras en un bar y yo estuviera tomando una copa en
la barra, lo mismo sí que te contaría mi vida. Es propio hacerlo en esos
lugares. Pero no es el caso.; si lo fuera, seguro que me saludarías con más cordialidad,
con algo de cariño, cada vez que me vieras aparecer por la puerta, mientras piensas:
“Aquí viene la pobre, a ver qué batallita me cuenta hoy”. Y yo habría ido a tu bar
precisamente porque pensaría que te hace ilusión escucharme.
¿No será que te has enamorado de mí? Eso no puede ser. Si no
nos conocemos de nada. ¿Qué nos habremos cruzado, unas 20 veces este año? Sé
que aún estoy de buen ver —me lo dicen mis amigos— pero, antes de hoy no he
visto ninguna otra señal… y cuando una se enamora, va colmando de señales todo
su alrededor como si fueran anzuelos en un barco pesquero. Porque no se trata
de otra cosa que de pescar.
Ahora que lo pienso, lo que yo he entendido como un “hola”
polvoriento y sordo, lo mismo era uno de esos holas que se sueltan entre la
vergüenza y la inseguridad mientras una va pensando: “¡Tierra, trágame! Muero de
amor y ella no sabe nada. No quiero que me lo note. Sí, sí que quiero. Ay, qué
difícil es el amor”.
Creo que ya lo entiendo todo.
Hoy, nada, porque sería un poco forzado. Pero mañana, si nos
cruzamos, después de mi hola, te besaré. Así disiparé esta tremenda duda que me
has creado.
Estoy contenta porque aún levanto pasiones.
2 comentarios:
Levantar pasiones no es poca cosa eh...
Que sea para muchos años.
TORO SALVAJE, lástima que sea literaria, esta pasión...
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