En ocasiones, cuando te hacen sentir o te sientes como una serpiente es mejor mudar la piel. Evitar que tu arrastre se vuelva escamoso. Serpentear según qué situaciones de la vida es un buen recurso, sólo hace falta un poco de sangre fría, un pensamiento sibilino y una lengua viperina que ponga palabras siseantes por medio.
Hoy, mudo mi piel con la esperanza de encontrar tranquilidad, porque ya no está el reptil para según qué trotes. Espero poder reptar sin que nadie pretenda marcarme ningún ritmo.
2 comentarios:
Pues buena reptada te deseo. Chin-chin...Por este gran comienzo!!!
Salud!
Toc toc toc. Ññññiiiiieee, hola?? se puede???
Saludicos!
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