10/4/13

Lydie


Paseando por el casco antiguo, nos acercamos a esa pequeña librería, catedral de cómic para mí, en la que suelen aconsejarme libros que son puro sentimiento y que me arrebatan desde la primera página. Fue aquí donde me descubrieron a Rosalie Blum, aquella trilogía que me dejó un sabor tan especial que me acompaña siempre. Lydie se ha colocado a su lado.El tono sanguino del dibujo me atrajo en seguida, sólo faltó que el chico de la tienda me dijera que Zidou, uno de los que firma esta novela gráfica, era una maravilla como guionista y escritor de historias. No dudé y lo compré. Se lee muy rápido, aunque necesita más de una lectura para quedarte con toda su profundidad coral. La historia que cuenta es sublime, delicada, de caricia lingüística. ¡Qué amarga dulzura! O, ¡qué dulce amargura! (no sabría decir cuál de las dos expresiones es la más adecuada). Una historia redonda de principio a fin. Una historia que hacer tambalear lo real y lo irreal. Deja un sabor a que la gente buena existe en este mundo a pesar de los pesares y te impulsa a querer ser buena, considerada y empática con tus semejantes.

La llevo en mi pensamiento porque me ha hecho crecer y soy consciente de este crecimiento. A veces pienso que soy una pastelosa, sentimentalmente hablando, y otras, que este tipo de sensaciones las provoca el escritor en la mayoría de los lectores.

Estoy deseando que pase un tiempo para volver a ella, a ver qué nuevas perspectivas me aporta. Leedlo, veréis qué caramelito tan especial.

3 comentarios:

TORO SALVAJE dijo...

Gracias por la recomendación.

Yo también me apago.

Besos.

maslama dijo...

tomo nota, gracias por la recomendación

Tawaki dijo...

Uno de los problemas de pasarse a lo digital es que se echan de menos los consejos de los libreros y el olor de las librerías.

Es esperanzador encontrar algo bueno que leer entre toda la paja que se publica hoy día, algo que te llegue al corazón y te sorprenda.