Me despierto pensando que hace tiempo que no escribo en el blog. Me angustio. Los días pasan tan rápido que me olvido de hacer un montón de cosas que me gustan. Me puede más el cansancio del trabajo y esa extraña atracción que he desarrollado por el sofá.
Antes, con mis insomnios, tenía más tiempo. No me quejo, no
me malinterpretéis, no volvería a ellos. Dormir es maravilloso; prefiero dejar
de cernir sobre mi alma, cosa que me encanta, que volver a dormir tan pocas
horas como antes.
Debo encontrar un momento para escribir en el blog. Me
atenaza la angustia. ¡Ja!, soy optimista y, por lo visto, de orgullo superfluo.
Perdida la costumbre, desisto en seguida de actualizar mi blog como debiera. Me
viene pasando estos diez últimos años. ¿Por qué no lo abandono? ¿Por qué sigo empeñada
en volverlo a levantar?
Ahora me pondré como una loca a escribir cada día para
volver a sentir esa sensación tan maravillosa que percibía por aquellos
entonces, cuando veía que, día tras día, colgaba mis textos en el blog. Pero sé con seguridad que, en breve, se
cruzará algo en mi camino que necesitará de mi absoluta atención y cuando acabe
de atenderlo, irresistiblemente volveré a caer en el sofá y volveré a olvidarme
de su existencia. Me asfixia la angustia.
¿Debo aniquilarlo? ¿Acabar con él? ¿Qué extraño orgullo me
impide hacerlo?
Noto que he perdido la práctica en la escritura. Me cuesta dominar el texto y conducirlo allá donde mi interior quiere. No creo que sea porque el coste sea más doloroso que antes. ¡Qué va! Me siento bastante alejada tanto del dolor como de mis circunstancias. Debo encontrar el camino que conecta mi interior con las palabras. Eso es lo que debo hacer. Una vez establecida la conexión, la comunicación será imparable. Este es el camino. Se disipa la angustia.
Fundido
en negro.
8 comentarios:
En busca de la conexion perdida!!!...que es eso de aniquilar el blog!!!...asi no señora..haga usted un cuadrante de cosas por hacer en el q incluya " escribir post"...si es que una se tiene q poner seria...😉
Puede ser un buen comienzo ! i una buena alternativa al sofá :)
Saludos !!.
Pasan muchos días,dejo de escribir y siento añoranza de ese lugar seguro y vuelvo.
noor, eso haré, sin lugar a dudas.
artur, la verdad es que ahora escribo desde el sofá. Me puede...
Clara, es que no quiero abandonarlo... es mi pequeño.
Escribe cuando te apetezca, y si me lo aceptas ahí va un consejo: sobre lo que te apetezca y con sinceridad absoluta.
Da igual, escribe lo que te dé la gana, triste, alegre, ajustando cuentas, soñando, delirando, arrepentiéndote....
Y cuando no apetezca ni se te ocurra escribir porque lo odiarás.
TORO SALVAJE, huy, sí, escribir sin apetecer es horrible. Recuerdo la sensación.
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