16/1/13

Minuto cero

Recuerdo cuando niña, que un día desperté de una especie de letargo y descubrí que estaba viva y que podía pensar. Me sorprendí; fue tanta la sorpresa que el recelo apareció tras la revelación y me senté a esperar a que la vida comenzara (terrible espera donde las haya). El tiempo, empecinado en no detenerse, me ronroneaba minutos, horas, días e incluso años, mientras que yo buscaba un hecho que me sirviera de disparo de salida para empezar a vivir. Y cuando ya la adolescencia iniciaba su enervante paréntesis se me ocurrió, una noche de tormentoso primerísimo sentimiento de amor, escribir lo que corría por mis venas en la última hoja de una libreta cuadriculada de un curso anterior. Ese fue el minuto cero de mi vida.

Ahora, mucho tiempo después, cuando las canas soslayan la madurez, descubro entre tus labios, en ese primer beso que nos dimos, cuando empieza realmente mi vida, porque besándote empiezo a vivir.

3 comentarios:

María dijo...

Uhm...

TORO SALVAJE dijo...

Tardó un poco pero valió la pena.

Saludos.

maslama dijo...

¡qué suertes tienes, cuántas vidas has inaugurado!

besos,