9/11/20

Lo puto peor

Ir a peor cuando piensas que ya estás bien y descubrir que hace tiempo que dejaste de estarlo. Me engaño y el lodo de todo es que me creo mi propio engaño y vivo feliz. Hasta que, por ejemplo, me compro un ramo de flores que solo puedo regalar a tu ausencia. Y llego a casa. Y lo arreglo en un jarrón. Y me obligo a convivir con él hasta que no le queda ápice de vida y verlo mustio, ajado, con los tallos putrefactos en un agua putrefacta es como ver mi alma en el espejo.

La vida, señora feudal de los corazones heridos, me fustiga con su látigo de siete tiempos para que pierda el equilibrio y desespere. Me empuja a finiquitarme sobre los brazos de Baco; mientras, entre trago y trago descubro que aún no he tocado fondo, que lo que estoy tocando con mis yemas es la fina superficie de mil espejos reflejados y mil fondos donde caer.

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