Hoy he dejado mi casa y mi vida para partir lejos de todo aquello que durante tiempo me ha atado a la felicidad. Esa absurda felicidad que una cree que existe a la que, por algunos instantes, siente que el corazón, dominado por el sentimiento de amar, es quien debe regir la vida. ¡Qué absurda visión!
Hoy he dejado mi casa y mi vida para caminar por las sombras que la realidad perfila. Quiero caminar despacio bajo esta fina y constante lluvia de dolor que empapa y cala hasta el alma, pero que me empuja a seguir andando en busca de ese cementerio de elefantes que me permitirá sentarme a morir; morir, sinónimo de dejar de sentir.
6 comentarios:
mmm bueno piensa que a veces los cambios son positivos.
un abrazo!
Dintel, siempre admiro cómo eres capaz de crear tonos y colores en tus escritos.
Quizás sea la felicidad verdadera la que se tope contigo tras una esquina y retrase tu camino hacia el cementerio de elefantes.
creo que caminar esa senda que dices es lo que hacemos todos de principio a fin, sin elección, sólo a veces resulta un poco más oscura..
Me quedo con el primer párrafo, me parece más optimista. De todas formas, de vez en cuando hay que caminar por sombras y tinieblas.
tenés una manera hermosa de escribir, vos decís qu eno hay que seguir al corazón??? te parece que esos caminos son absurdos?saludos desde Argentina
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