No sabes, no, lo que me pasa por la mente. Te eché fuera de mi pensamiento y el tiempo se ha encargado de perdernos en distintos horizontes. Pero cerca del hipotálamo, donde se supone que nada el amor, quedó anclada una triza de tu recuerdo en espera a ser izada de nuevo al tálamo que tantas veces nos desvistió.
Piel con piel, se aviva el fuego, y las llamas ilusionan la
evocación hasta parecer que estas a mi lado. Nos respiramos y nos bebemos, y
yo, arrepentida, engancho triza con triza para construirte de nuevo. Quiero
estar contigo. No necesito más que eso. Mientras tanto, te busco dentro de mí.
No te encuentro. Caigo. Lloro. Despierto. Reinicio de nuevo el sueño.
2 comentarios:
Que guay venir a tu blog después de tanto tiempo, que interesante todo lo que escribes, ojalá pueda tener un poco más de tiempo en breve y me pueda pasar por aquí para leerte con calma. besos
frabisa, qué alegría verte por aquí. Se añoran los buenos tiempos. Gracias por tus palabras, animan a seguir escribiendo. Un beso y un cariño.
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