¿Será que la rabia es mi motor de escritura? ¿Será que si mi
vida es estable y monótona soy incapaz de escribir ni una sola línea? ¿Será que
debo sentirme mal para poder sacar de mí todo ese fajo de pensamientos que me
oprimen sentimiento, corazón y razón?
Vomito. Y vomito porque me duele. El dolor de alma me
produce nauseas, es como si quisiera sacar todo mi interior, darme la vuelta,
ser reversible. Hacer desaparecer en el propio agujero negro de mis entrañas
toda clase de conciencia y hasta olvidarme de mí. Olvidarme con la quietud de
la muerte ingrávida, silenciosa y oscura del universo.
Te odio porque te añoro. Y a ti, también. Y, a ti. Y, tú
tampoco te libras. Os odio porque me habéis conducido al ostracismo de mi
propia persona. Os odio porque un día os creí y ahora no os tengo. ¡Qué odio
más inútil!, ni demostrarlo puedo.
Qué terrible autodestrucción desperdiciar noches de sueño en
pensamientos deseosos de perderse en brumas etílicas.
8 comentarios:
cuando sentimos es cuando más creativos estamos... eso creo, vaya.
Dintel, si te estas volviendo una ostra, mejor corre y vete al mar. Hala! run Dintel run
A mí también siempre me llamó la atención eso de que las palabras se agolpan cuando los ánimos andan revueltos.
Espero no estar incluida en ese grupo de odios personales.
;)
Serán lo que sean pero siempre tus escritos tienen el alboroto, la calma, la inteligencia, la pasión o el abandono que tú les infundes. Ese es tu poder.
no hay nada más inútil que el odio, cómo te entiendo!
No dejes de escribir lo que te produce dolor porque guardarlo provoca que tu alma se destruya poco a poco...
Dentro de X tiempo descubriras que ya no necesitas desdoblarte para ser feliz.
besos
No dejes de deleitarnos con tus palabras, nunca.
Me ha encantado!
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