Soñé y me despertó el chasquido de la propia negrura.
Sucedió en mi sueño: desaparecerá el deseo y con él todo aprendizaje. Las sombras
de los porqués acecharán por las esquinas y los humanos nos convertiremos en
pasto de la ignorancia. A fuerza de amores gastados, de rechazar esfuerzos
vanos y no vanos, de derramar frases por callejones baratos, de masificarnos
sociabilizándonos, de controlar tiempos incontrolables, la predestinación
murmura: "toda banalidad triunfará".
Y al final se impondrá la ignorancia despiadada, y todas
aquellas semillas del saber dejaran de germinar en esta tierra yerma que
seremos los humanos. Ya no existirán los trofeos; sólo se oirá el estertor de
los perdedores. Eso es lo que debemos temer, la ignorancia atrevida acabará
gobernándonos. Y todo habrá empezado por un sueño simple al que no hice caso
premonizar lo que en un futuro próximo nos esperaba.
3 comentarios:
ya estamos alli
Con esa lucidez lo veo a veces después de que todo ha pasado. Pero y si...
Excelente premonición posapocalíptica...no encuentro futuro peor.
;)
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