22/1/12

Vejez

No es necesario que diga lo poco competente que soy en el mundo de la comunicación con respecto a los sentimientos. La inteligencia emocional nunca ha sido mi fuerte y a estas alturas de la película en la que el declive rige mi vida, tengo casi por seguro que nunca lo será.

Soy bastante incapaz de demostrar lo que siento, así, llanamente, sin enrarecerme ni tensarme, sin sudar ni bloquearme. Pero con un boli en la mano, con un teclado, las barreras que circundan mi interior se desvanecen y es a través de la palabra escrita cuando consigo que fluyan, uno tras otro, los sentimientos sin distorsión alguna.

Decirte que te quiero, que te aprecio, que te siento amiga, puede parecer algo tópico, frío, carente de emoción. Por lo cual, voy a evitar caer en la facilidad de mencionarlo y a rodearlo pertinentemente para que sea la propia lectura la que me muestre.

Cuando debiera empequeñecer a tu lado resulta que mi orgullo y mi admiración se acentúan porque eres grande. Y eres grande porque eres sabia. Y, sabia porque eres tú; un tú férreo forjado a fuerza de contratiempos a destiempo; forjado a cucharadas de madurez en vez de jarabe y juegos; forjado a exigencias cuando te correspondía exigir.

Admiro tu nobleza en ideas y actos porque me confiere esa cordura que en muchas ocasiones me falta. Admiro tu silencio, porque desde la humildad eres capaz de enseñarme. Admiro tus arranques de furia, porque llevas totalmente las riendas de ellos. Admiro tu dulzura escondida, aquella que sólo muestras en determinados momentos. Por eso, en ningún momento, mi intención fue herirte.

Solo quiero disculparme por mi torpeza; a veces soy como un elefante que pone su pata encima de huevo sólo para protegerlo. Pero no veas en mis actos mala fe, si no vejez. Esa vejez que encierra una en sí misma, olvidando sus aledaños y circunstancias, y volviéndonos egoístas y poco cuidadosas. Esa mala vejez, que según veo, me ha tocado vivir.

4 comentarios:

María dijo...

Una carta de amor con un título desacertado. :-)

Elena Casero dijo...

El lápiz, a muchos, nos salva de momentos y expresiones que, de otra manera, no sabríamos solventar.

Un abrazo

Blau dijo...

Dintel, anda, ve a ver forever young! quizas te haga espabilbar

Besos

Sandra Sánchez dijo...

Me ha gustado mucho Dintel.
;)