El otro día fue el Salón del Cómic y como ya es costumbre
desde hace un tiempo, fui. Este año había menos stands que de
costumbre, supongo que la crisis se tiene que notar también en estas cosas. El
caso es que este año, debido a la crisis, tenía muy claro que no iba a comprar ni un cómic, que solo
iba a ver el ambientillo y poco más.
Al segundo paso que di topé con esta maravilla de novela
gráfica. No quise leerla en seguida. Necesitaba que me
durara más de lo que suelen durarme los cómics y la he tenido durante una
semana encima de la mesa de mi despacho. Miraba la portada una y otra vez, sin abrir
siquiera el libro; siempre he preferido que los libros me sorprendan de golpe. Sin querer,
el día que lo compré, leí la reseña de la contraportada: “La vida de Clementine
se altera el día que conoce a Emma, una chica de cabellos azules que le hace
descubrir todas las facetas del deseo…” ¿No me digáis que solo por esto no apetece leerlo?
“Las facetas del deseo…”, esta expresión es la que me llegó al alma. Me hizo
recordar como de viva me siento cuando deseo y qué fácil es acabar con ese
sentimiento.
Ayer, con uno de los peores días de mi vida encima, a nivel
de introspección, dolor y destroce, hice un pequeño parón en mi pequeña,
absurda y hiriente depresión y me leí el libro. Estirada en el sofá de casa,
con tranquilidad, disfrutando de los gráficos, de las viñetas, de la
tipografía, del contenido de la historia, lo devoré en media hora. Me
impactó por lo cercano y conocido del tema. Me impactó, porque ayer me habría
impactado hasta una mosca. Con los sentimientos revueltos, a flor de piel y los
miedos machacándome el ego y burlándose de mi seguridad, pude apasionarme por
lo que estaba leyendo.
Y hacía tanto que no leía. No sabía que lo añorara
hasta ese punto. Fue empezar la primera página y decidir que volvía al mundo de
los lectores, el cual, no debía haber dejado nunca. El día de ayer me sirvió
para recuperar de nuevo mi vida, que la había perdido por el camino de
descubrir mis sentimientos. El día de ayer será tan importante como el de antes
de ayer, porque, (y ahora es cuando se tiene que poner voz de Señorita
Escarlata) nunca más volveré a pensar que un día es más importante que otro.
Todos los días de mi vida serán igual de importantes y pienso vivirlos de forma
intensa y profunda, como los he aprendido a vivir. Y baso mi decisión en
una pequeña viñeta que me ha dado qué
pensar durante toda la noche.
10 comentarios:
muy buena decisión. nunca hay que desperdiciar el tiempo. tiene muy buena pinta ese cómic a pesar de que yo soy más de novela
Grande el post y genial la decisión!
Besos :)
es que esa viñeta es para pensar
el título sugerente
muy buen post y todo, y los dibujos, por lo poco que se ve, muy buenos
un beso dintel
Bienvenida al mundo de la lectura del que nunca nadie debería salir, bienvenida a la vida... y sobretodo a no perderlo... el tiempo...
Me gusta comprobar que tu casa empieza a llenarse de luz...
quizá no soluciona la vida, pero la lectura sin dudas puede ayudar a sobrellevarla..
un abrazo guapa,
por cierto, sabes que la van a llevar al cine?¿?¿
http://www.ambienteg.com/cine/confirmada-una-de-las-protagonistas-de-el-azul-es-un-color-calido
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"El día de ayer será tan importante como el de antes de ayer,[...] nunca más volveré a pensar que un día es más importante que otro."
Qué verdad tan grande y cuánto se nos olvida...
Apunto el cómic.
;)
Vuelvo a esta entrada porque descubrí que lo tenían en la biblio del barrio y lo reservé. El otro día ya lo habían devuelto y me avisaron que lo podía pasar a buscar. Me pasó lo mismo que a ti: me lu pulí en un momento, no podía dejar de leer, a pesar de ser las 4 de la madrugada...
Me ha gustado pero a la vez me da rabia haberlo termiando tan pronto. Ahora toca comprarlo para tenerlo siempre y revisitarlo y resaborearlo de vez en cuando
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