Ingredientes
500 g de alegría
450 g de ilusión
380 g de esperanza
150 g de realidad cruda
5 u de desilusión
3 cucharaditas de soledad
1 nuez de cansancio
1 pizca de decisión
Más pimienta que sal
Elaboración:
1.- Coger la alegría y desmenuzarla poco a poco, día a día,
y ponerla sobre la tabla de madera.
2.- Añadir la mitad de la ilusión, reservar el resto. Picar
todo bien finito, añadir una pizca de sal.
3.- Poner la esperanza en un bol e introducirla en el
microondas, a máxima potencia. No hace falta ir removiendo, se deshace bien.
4.- Mezclarlo todo con la realidad bien cruda e ir añadiendo
lentamente el resto de la ilusión que teníamos reservado. Batir la mezcla con
las varillas a velocidad media para conseguir la consistencia de unas claras
montadas.
5.- Untar un molde antiadherente con la nuez de cansancio y
verter la mezcla sobre él.
6.- Poner en el horno a temperatura máxima y dejarlo cocer
un buen rato.
7.- Sacar del horno y añadir la desilusión, el cansancio y
una buena dosis de pimienta. Remover hasta que veas como empieza a doblar el
volumen de su masa. Volver a poner en el horno.
8.- Una vez que lo veas todo bien en su punto, sacar del
horno y cubrirlo bien con la soledad.
9.- Espolvorea una pizca
de decisión y servir. Se puede beber o
tomar carrerilla, en frío o en caliente.