17/8/12

Último beso

Quiero que llegue la albada del olvido, admitir la derrota e iniciar con la cabeza baja el camino de vuelta a lo que un día fue mi casa. Acercarme a la chimenea del salón y recordar la lumbre de felicidad de un pasado, que siempre fue mejor. Bajar la escalera de caracol y sentarme en su primer escalón para oler la ausencia y el silencio. Desvestirme en tu habitación y con el pincel de la soledad dibujar garabatos en mi piel; tatuar, con cincel mi corazón, la historia de lo que un día sentí hacia ti, luego fue hilo argumental y ahora, pérdida. Cómo brilla el escarnio de la propia insidia mientras araña el alma cada recuerdo. Cuán ridícula se vuelve mi mirada y se sonrojan las entrañas cuando mi burla aparece exhibiéndose. Qué lacerada singularidad seguir viviendo sin ti. El invierno se ha desplomado en mi vida, qué ontológico se vuelve el vómito de la no aceptación del destino. Tras los pasos tímidos, casi furtivos de estos días, aparecerá el reproche y la culpa de no haber podido evitar el beso de la muerte.

3 comentarios:

Blau dijo...

Aquí estoy.

Un beso

maslama dijo...

un abrazo

farala dijo...

no hay culpas ni derrotas ante el beso de la muerte,l tristemente estamos a su merced...

un beso dintel, y un cariño