Muchos son los buitres que agazapados en los pliegues de la
vida esperan encontrar carnada en el animal moribundo. Peligro tienen. Suerte que
al vivir en bandadas se les ve venir, posarse alrededor de la víctima y esperar
a que las fuerzas de esta flaqueen lo suficiente para entrar a matar clavando
su curvo pico directamente en el corazón. Qué facilidad de palabra, qué brío en
sus sentencias, qué pulcritud en sus actos. No puedo más que quitarme el
sombrero ante ellos. Chapeau!
1 comentario:
Son animales pacientes, pero al menos no matan.
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