23/2/13

Mejor con objetivos como el mío

En ocasiones, a parte de ver muertos, consigo estar orgullosa de mí. Eso me hace vivir unos días relajada con respecto a la rigurosidad a la que me someto. Vivo bajo unas rígidas normas que yo misma me he impuesto y bajo un perfeccionismo que, no voy a negarlo, me trae de cabeza y me lleva a ciertas ansiedades que a esta, mi edad, ya no me sientan nada bien.

Pero como decía, hoy me siento orgullosa de mí. Os explico. Llevaba varias semanas escribiendo una obra de teatro infantil. Me había construido la estructura en dos DinA3 empalmados para que me cupiesen las 24 escenas que necesitaba para explicar la historia. Una vez creada toda la "escaleta", había ido escribiendo escena tras escena en todos los momentos en los que no estaba haciendo algo priorizado. Así que llevaba conmigo un montón de hojas para reutilizar y un fabuloso Parker que me regaló un amigo en una de mis visitas a Madrid; y dos cargas de tinta, por si se me acababa. He escrito en el tren, en un banco de la calle, en un bar, en casa, de pie en una cola. He tomado notas hasta en el supermercado. El proceso de escritura ha durado unas dos semanas. Cuando no se dispongo de un tiempo seguido para escribir debo írselo arañando al día.

De todo este proceso, lo que más me gusta, es llevar la obra en la cabeza cuando no puedo escribir. Se me van ocurriendo ideas y me las apunto en el primer papel que pillo. También en la palma de la mano, si no he pillado ninguno. Y al final de mucho trabajo, la obra terminada.

Terminada y con la sensación de que es lo mejor que escrito del género. Ya la han leído tres personas y me han dicho que les ha gustado muchísimo, que es muy divertida y amena. Incluso una de ellas ha utilizado mis palabras, que es “genial”. Ahora sólo me falta dirigirla y ver cómo funciona con público real. Y si todo sale bien, explotaré de orgullo.

¿Por qué ha sido la obra de teatro que he escrito mejor? La respuesta es un secreto que no voy a compartir. Sólo diré que fue escrita con un objetivo, un gran objetivo. Y con objetivos como el mío, nada puede salir mal. Y eso es todo, amigos!!!

3 comentarios:

Raquel dijo...

Bien!!!!!!!
Nada como tener las cosas claras y saber lo que quieres escribir. Necesito ese secreto. Por favorrrrrr

maslama dijo...

vaya, es un gusto leerte tan motivada e ilusionada, seguro que la obra será un éxito, el entusiasmo suele resultar bastante contagioso :))

besos,

María dijo...

¡¡Enhorabuena!!