13/2/13

Consciencia

Me despierto en mitad de la noche con miedo a encontrar el vacío que acompaña en silencio mis oscuridades. No quiero abrir los ojos porque temo ver fantasmas conocidos rondando mi vigilia. Permanezco quieta rogando a Morpheo que se apiade de mí y me devuelva al país de los sueños. Mi respiración se acelera. Inminente es el momento de la verdad. Mi alma temblorosa traga saliva haciendo acope de valentía para afrontar la tristeza que lleva su propia soledad. Un instinto hace que separe el brazo izquierdo del cuerpo bajo las sábanas. Noto calor e ipso facto mi corazón sonríe. Estás durmiendo a mi lado. Todo esto ocurre en un pequeñísimo tiempo de Plank, el tiempo en que se tarda en pasar de la inconsciencia a la consciencia, el tiempo en que se tarda, entre tus brazos, en olvidar la soledad. Gracias, amor mío, por amarme.

5 comentarios:

clareta dijo...

Cuantas veces me ha pasado y al darme la vuelta encontrar a mi nadadora, que medio dormida, se da la vuelta me coge y me convierto en un niña pequeña...


Ptonets des de la vora del Mar.

Mascab dijo...

ah!!!! los fantasmas!!!

siempre hay que mantenerlos a raya!!

Besos guapa!

TORO SALVAJE dijo...

Bien!!!

Saludos.

maslama dijo...

¡qué importante recordar dar las gracias por todo lo bueno que recibimos!

besos,

Lucía_lamiradadeluci dijo...

¡Ays, qué placer cuando se descubre que sigue a tu lado, ¿verdad?!
Un besote