7/1/15

Fin de festividades

Por mucho que pretenda creer que el tiempo no pasa y me obstine en seguir utilizando bragas contemporáneas en vez de las de cuello largo no me puedo engañar, ni puedo engañar a nadie. Me he convertido en un ser errático incapaz de cumplir con los propósitos que se propone a corto plazo. E intento relajarme con el tema, pero vuelve con pertinacia susurrando, “no has hecho lo que te proponías” y acribillando mi moral.
Ante mí, toda esa ristra de festividades, que en principio, me otorgaba todo el tiempo del mundo para dedicarme a esa lista de quehaceres, placenteros y obligatorios, que se llenaba de polvo en un rincón de mi mesa de despacho y que continua llenándose.
Y parezco bisoña en el arte de organizarme, pero de nuevo, perdido ese tiempo maravilloso no me va a quedar otra que menguar la lista en los intersticios del día a día, que son mínimos. Y sé que por muchas aserciones que me haga, no voy a poder hacerlo, sin poder, así, librarme del sentimiento de culpa, que yo misma me impongo.
¡A esperar de nuevo vacaciones para disponer de tiempo! (Qué triste, cómo me engaño).

1 comentario:

Sandra Sánchez dijo...

Hola Dintel, creo que lo mejor es no agobiarse e ir sacando algo de tiempo de donde puedas, seguro que algo de tiempo queda, todo es cuestión de prioridades ;)
Aprovecho para desearte un Feliz 2015 lleno de buenas letras!
Besos!!