A veces, cansada del día y de lo que me depara la soledad,
cojo un lápiz y dibujo en un viejo bloc. No sigo ninguna idea preconcebida,
solo dejo que el grafito se deslice por el papel, en cualquier dirección; que
investigue el rincón que le venga mejor y que deje su huella al pasar. Cuando
me canso de dejar que el lápiz se pasee a su libre albedrío, me alejo y
contemplo las líneas que hay dibujadas sobre el papel, unas imágenes
desprovistas de pensamiento o reflexión.
¡Curiosa analogía!, descubro. Mi vida es como esas líneas
sobre el papel, sin premeditación, ni pensamiento, ni alevosía. Sin querer
saber hacia dónde me van a conducir y sin poder olvidar de dónde vengo: de ese
amor subterráneo que ya no me atrevo a mostrar.
4 comentarios:
A veces escribimos así, y "también", vivimos así...
Un abrazo.
Esos garabatos nos muestran nuestras vivencias, son como bien dices una reflexión de todo lo que acontece en nuestra vida...
Un cálido abrazo dintel.
Rafael, mejor "así" que "asá". ;P
Seneyder C., grandes garabatos, pues.
Cálido abrazo recibido, otro igual de vuelta.
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