Ayer me fui a dormir pronto, porque hoy me tocaba ir a
comprar. Solo salgo un día a la semana y lo concentro todo: tirar las basuras,
reciclar e ir a comprar, al súper y a la verdulería. No es muy diferente a lo
que suelo hacer cuando no estoy confinada. La diferencia es que ahora en vez
del sábado, lo hago los viernes.
Me he levantado temprano, porque soy de las que prefiere
esperarse antes de que abran que haciendo cola. No sé, una manía que siempre he
tenido. Más que nada, porque así, acabo antes y antes estoy libre para hacer lo
que me apetezca. Ahora, en confinamiento, es un rollo prepararse para ir a
comprar. Primero de todo, pongo la ropa en el cuarto de baño para cuando venga,
meterme directamente en la ducha. Segundo, saco los guantes nuevos y los dejo
en la entrada, junto con la cartera, las llaves y el móvil. Debo estar muy
atenta para no olvidarme nada. Después cojo el carrito, compruebo que tenga una
bolsa dentro (a veces no me cabe toda la compra en él) y lo pongo delante de la
puerta de salida. Me visto con una ropa que tengo especialmente escogida para
salir de casa (toda oscura para poder lavarla junta) y me voy a la zona 0, que
es la habitación de al lado de la puerta donde, ahora, guardo la chaqueta y los
zapatos de salir a la calle. No tengo mascarilla, así que utilizo una bufanda
de invierno, tupida, muy tupida. Una bufanda de invierno que, ahora, que
empieza el calor es insoportable y me da por toser y la gente me mira mal. Voy
a tener que cambiarla por un fular o algo parecido. Miraré que tengo. Cuando
estoy preparada, después de haber empezado a prepararme hace media hora, salgo
a la calle dispuesta a comprar, primero en el súper y después, en la
verdulería.
Voy con la basura en la mano y cuando paso por delante del
supermercado, me paro atónita. Está cerrado. Una señora que pasea a un perro,
desde debajo de su mascarilla me masculla: “Niña, que es Viernes Santo”.
Así, que giro sobre mis talones, vuelvo a casa y me dispongo
a dejar la chaqueta y los zapatos en la zona 0, desnudarme, poner la ropa en la
lavadora y ducharme, sin que toda esta parafernalia haya servido nada porque
mañana deberé realizar el mismo protocolo antes de salir.
Lo peor, me he descubierto en casa de nuevo con la basura
que, tras la noticia, no he tirado.
6 comentarios:
Eso le pasa por haber cambiado el dia de hacer la compra..jajaja...con lo metodica y organizada q parece usted...se le ha colado el viernes santo...en su defensa decirle q como todos los dias ahora son iguales..pues es dificil recordar q es festivo...menos mal q esta la TV y sus prliculas para recordarnoslo.
Por cierto..las viñetas q nos esta regalando son una pasada
Todos andamos un poco despistados, pero es normal.
Un abrazo y feliz finde.
jajajaja haber aprovechado mujer!!! Esa cabecita...
A mi "casi" me pasa también, pero no llegué a salir de casa.
Hoy sí y pasé por todo ese proceso... y lavar la compra (eso me parece de lo más tedioso)
Besitos bien limpitos.
NOOR, ahora vivimos como en las cavernas, solo distinguimos día y noche, y yo sin ver la luna.
Rafael, y más despistados que estaremos.
Laura, todo es tedioso. Es un rollo tener esta tensión cada vez que se sale a la calle.
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