Es cuando me pierdo en tus azules que me siento viva, cuando el corazón late al ritmo del amor y siento que estoy llena de vida y que la vida está llena de mí.
Pero mi castigo es vivir sin tu mirada, sin beber de tus
palabras, ni amparame en tu calor. Observo los amores de otros y suspiro y
prefiero dormir. Durmiendo, puedo volver a pasear a tu lado con la sensación de
que soy universo y de que todo está bien.
El dolor nunca viene de cara, es algo cíclico que te va
dando cuando menos te lo esperas. Te cambia de manera que ya ni te reconoces.
No confías en ti misma porque te da igual vivir o morir.
La idea de no tenerte en mi vida, es tan dolorosa, que no
puedo vivir. Y, te prometo, que he intentado superar esta pena. He intentado
perderme en otros colores y no consigo que tu recuerdo me traiga paz. No
consigo apaciguar la aflicción que me causa el haberte separado.
Fue decisión de vida vivir sin ti, no sabía que con ello
agonizaría.
2 comentarios:
Qué quieres que te diga, yo misma he vivido esa experiencia que relatas y sé, por experiencia, que nada que nos digan nos hará sentirnos mejor. Solo te digo, que yo hoy me siento bien.
Un beso!!
Carmela, suerte que el tiempo lo cura todo, o no. Ya te lo diré de aquí un tiempo. O mejor que te lo diga el tiempo mismo.
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