“Nos tomamos muchas molestias para fabricar nuestros pesares y nuestros temores.” Alain
Poco a poco, ladrillo a ladrillo, construimos ese pozo en donde lanzar y olvidarnos de nuestros miedos, de nuestras penas. Lo único que conseguimos así es enquistar como la ostra enquista en perla un grano de arena, agrandándolo poco a poco. Nuestro enquiste carece de la belleza de la perla, su belleza radica en la posesión de un corazón propio, latente y destructivo que un día explota haciéndonos reaccionar de forma que el prójimo no entiende, pero que nos define.
Podría rascar cada uno de los enquistes y tirar mis pesares y mis temores bien lejos de mí, pero haciéndolo, desaparecería con ellos. Soy quien esconde sus miserias y las rodea de olvido, y las entierra en las profundidades de su ser. Sin ellas no soy ni existo.
9 comentarios:
Bueno... yo más bien creo que me tomo muchas molestias en destruir mis pesares y temores pero quizás estoy equivocada.
:)
Besos, Dintel.
anda... eso suena como la definición de un personaje al que vale la pena regalarle una historia, no?
besos
Precioso.
Es lo único que puedo decirte porque me ha encantado lo que has escrito.
Un saludo.
Me has dejado en la duda. No sé si estoy de acuerdo o no con lo que supondría rascar la pátina de los pesares, pero lo que sí veo es que, como siempre, escribes de perlas (que viene a cuento).
O sea que según tú, es mejor enquistar que expresar, que hacer que fluya y se desintegre...
No sé, lo de enquistar no me gusta mucho porque luego para deshacerse de ello hay que sanjar y eso es llegar a extremos...
Prefiero ir aliviando poco a poco con pomadas más suaves...
;)
(el escrito precioso, como siempre)
No, ya le di pomada, tranqui.
;)
Tal vez no, tal vez sigas siendo la misma porque esos enquistes se renuevan con otros parecidos y tan propios, que siguen hablando de ti. Um...
pero también aparece alguna perla que otra, no todo son enquistes
Quizá cada una de esas perlas son cualquier cosa menos lo que llevó en un primer momento a aislarlas y alejarlas de su contexto inicial. Quizá en aquel momento importaba, ahora ni inmuta.
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