31/1/11

El dolor y la palabra

A veces duele tanto que me escondo de las palabras, parece que así, sin intentar nombrar, el dolor es más abstracto y se acerca más a su disolución. También procuro que los pensamientos de todas aquellas acciones cotidianas que por repetición han sido adquiridas y asimiladas por el cuerpo y desechadas por la mente vuelvan a sus comienzos de aprendizaje.

Evito el silencio a toda costa pues es el perfecto caldo de cultivo para el dolor. ¿Cómo evitar el silencio si se huye de la palabra? Lo importante es no caer en el error de llenar ese silencio con música, pues es uno de los mejores conductores de sentimientos, con el problema añadido de que los pone incandescentes y se emiten en cualquier dirección en los momentos más indeseados.

A veces duele tanto que me inmerso en un protocolo de protección para no sentir y es tanto el ahínco con el que huyo del sentimiento, con el que huyo de la palabra, que el tiempo se dilata, porque sin ella, se niega a transcurrir.

7 comentarios:

frida dijo...

huir del silencio, de las palabras, del dolor, de las elecciones de las cuales huir, huir de una misma para así huir de todo lo anterior...No sé si huir es el camino; quiza elegir otros caminos sea más acertado y paliativo

ISA dijo...

No me parece a mi que huir sea bueno para nada. Mejor enfrentarse a lo que sea y seguro que desaparecerá o al menos paliará el dolor. Yo que no estoy casi nunca segura de nada, de esto si lo estoy.

alejandra dijo...

hUIR ES SÓLO LA FORMA DE EVITAR,PERO TARDE O TEMPRANO TENDRÁS QUE PLANTAR CARA, Y LLORAR, REIR , GRITAR DURANTE EL TIEMPO NECESARIO, PARA RESURGIR.

Sandra Sánchez dijo...

Uyy a mí me fastidia un montón que no me hablen...
;)

Mármara dijo...

Acabo de darme un buen paseo por tu blog. ¡Jopé, llevaba un montón de días sin visitarte!
Te he encontrado un poco "dolorida" en algunos, cabreada, en otro, enamorada, en alguno más.
Mi voto para "Con los puños apretados". Por empatía.

Raquel dijo...

En algún momento de mi vida quiero aprender un poco de las enseñanzas del Zen, aprender a meditar, vaciarme y poder dejar la mente totalmente en blanco, sin palabras, sin silencios, sin voces. Nada.

illeR dijo...

Yo hago lo contrario, justo lo contrario...busco el silencio y solo lo rompo con música. Es mi forma de sacar todo de dentro.