13/3/11

El placer de teclear

Llevo encerrada tres días escribiendo y escribiendo y por fin he acabado la obra de teatro. Ahora ya está lista para la primera corrección. Eso implica que vuelvo a tener casi todo el tiempo libre para mi novela, mi blog y para buscarme algún compromiso más en el que tenga que trabajar a contrarreloj. Porque antes de escribir esta obra tenía muy claro que este iba a ser el último año que dirigía teatro, que escribía teatro, que pasaba los nervios de, no un estreno, si no de cuatro. Creo que ya me he hecho mayor para todo esto y lo que necesito es tranquilidad y poder acabar mi novela. Más que nada porque se está cociendo otra que creo que también me gustaría escribirla.

He tenido de lo más abandonado el blog. De vez en cuando, actualizando con algo que había escrito en el transcurso de un transporte o dedicándole un par de líneas. Porque después de tanto tiempo me es imposible abandonarlo del todo. Lo quiero. Es obra mía y es algo que respeto a pesar de tener textos de todo tipo: que me gustan, que no, que me dejan indiferente, que me revuelven. Sé que habré perdido lectores. Cuando rompes con las costumbres es lo que tiene.

De mi novela, poco puedo añadir. Voy por el capítulo tres. O sea, un año entero para escribir tres capítulos. Planifico bastante lo que escribo. Leo sobre el tema. Investigo, porque hay asuntos que desconozco y para que lo que narro sea más creíble prefiero dotarlo de ciertos hechos históricos, porque al fin y al cabo mi prota, vivió en una época y en un lugar. El caso es que ahora espero darle un gran empuje y dedicarme a ella, al menos hasta septiembre u octubre, en que seguro ya me habré liado de nuevo con el mundo del teatro (lo debo llevar en la sangre o en mi cabeza de chorlito).

Ayer, me hice mucha gracia. Acabé la obra de teatro sobre las cuatro y algo de la tarde., y después de tres días dedicados absolutamente a ella, con el cerebro a cien por hora, creando escenas y personajes que facilitaran la historia que yo quería contar, me quedé como vacía, vacía y, por supuesto, cansada. Me quedé sin hacer nada, mirando la tele y sintiéndome, no diré que muerta, pero sí, poco viva. Creo que la adrenalina de la escritura a contrarreloj es demasiado adictiva, porque en aquellos momentos en los que reseteaba mi mente viendo la tele, sólo pensaba, necesito volver a escribir una obra de teatro.

Quien me entienda que me compre, me diría alguien que yo me sé.

21 comentarios:

Anónimo dijo...

Es que la tele no aporta nada.

Qué virtud la tuya, disfrutar de lo que te gusta y encima enriquecerse mientras lo haces, :)

Anca Balaj dijo...

Dintel, es que el teatro, lo toques desde el lado que lo toques, aunque sea de tramoyista, es adictivo. Es una cosa como ninguna otra, yo procuro mantenerme alejadita, aunque a veces no hay escapatoria y caigo... Uf...

Jirafas en Gerundio dijo...

Pues enhorabuena por el fin de una y el relanzamiento de otra. Como todo, es un no parar!

leo dijo...

Bien, bien, bien: a por la novela, pues.
:-))

farala dijo...

qué guai!! ¿esa era la obra de maltrato que comentaste por mi blo?? ¿no puedes colgar aquí algo??

Raquel dijo...

Súper. Esa sensación de vacío al terminar algo en lo que has invertido muchas horas es inconfundible. Paraliza.
Qué bueno que tu blog siga vivito y coleando. Cuenta la presencia (aunque de vez en cuando no sea tan constante) y que escribas para quienes te leemos. Es, al menos en mi caso, la única forma de estar un poco más cerca de ti.

illeR dijo...

Que guay!!! Enhorabuena!! Yo cuando he intentado escribir algo..buff, desastroso, ni a cuento corto llego!!!

Irreverens dijo...

Depresión posparto, lo llamo yo.
:)

Oye, que yo voy a querer leer tu novela, eh. Aunque también ande medio ausente de los blogs... así que ya me mandarás un emilio o algo en cuanto la tengas visible y lista para la venta.
:)

Sandra Sánchez dijo...

Te deseo suerte con todos esos proyectos Dintel pero oye...NO DEJES EL BLOG.
(A mí no me pierdes)
;)

Masakoy dijo...

Yo te compro aunque lo mío también es adictivo, jajaja.
Hasta el infinito y más allá

dintel dijo...

Farera, que si, que sí, que si sabes ver la tele aporta mucho.

dintel dijo...

aminúscula, una verdadera droga... sí.

dintel dijo...

Jirafas en Gerundio, qué miedo ese no parar y que apatía cuando no se tiene...

dintel dijo...

leo, a por ella voy, que en verano tengo que seguir escribiendo teatro.

dintel dijo...

farala, esa no es. Esa toca empezarla en junio o julio. La de ahora es una adaptación de un famoso musical.

dintel dijo...

Raquel, gracias por tus palabras, me han sentado muy bien.

dintel dijo...

illeR, hay mil formas de expresarse, no tiene porque ser a través de las palabras.

dintel dijo...

Irreverens, gracias por mostrar interés por mi novela, con gusto, cuando tenga un poco más de cuerpo te haré partícipe de ella.
Y sí, es como un postparto.

dintel dijo...

PULGA, no es mi idea dejar el blog, todo lo contrario, me encantaría volver a encontrar tiempo para mantenerlo diariamente, porque es una necesidad eso de escribir.

dintel dijo...

Masakoy, huy, gracias por el piropillo. ;)

Anónimo dijo...

He leído la entrada y por un momento, pura asociación de ideas, me ha recordado la lectura de "los ojos amarillos de los cocodrilos", cuando la protagonista se encuentra de lleno en la escritura del libro.
Me gusta mucho como escribes. Salud. :)