Leí el libro y lo comenté
en su momento. Ahora estoy viendo la serie. La actriz que hace de protagonista
me está gustando mucho. Le miro a los ojos y viajo directamente a través de sus
sentimientos, me traslada a la época de la novela. Me está encantando perderme
de nuevo entre las palabras de María Dueñas.
Cuando leí el libro imaginé mis propios personajes, los ambientes,
los vestidos, el olor, la luz. Todo, absolutamente todo. Ayer, viendo la serie,
recordaba que la escalera de la casa dónde fue acogida la protagonista después
de que la detuviera la policía, la recordaba como lúgubre y estrecha y la casa
con un estilo mucho más a las películas españolas de Martínez Soria. Pero en la
serie, la escalera es amplia, con algún escalón roto, con bastante luz, así
como la casa.
Es difícil ver una película de la que te has leído el libro,
pero en este caso me está resultando todo un experimento hacer la simbiosis
entre las dos informaciones. No puedo negar que disfruto con ello.
No sé si la serie es buena o no, o cómo acabará siendo, el
caso es que me contento con comparar lo que recuerdo del libro con lo que me
muestran y en esto radica mi diversión los lunes por la noche.
Eso sí, la protagonista, me gusta mucho.
3 comentarios:
Ni el libro, ni la serie...
Veo que vivo en Plutón.
He dicho Plutón, no Putón eh...
Vale.
A mí me encantó el libro. Me gusta la serie. Me rechifla la protagonista.
Yo me imaginé cosas muy similares... la escena corriendo por las vías del tren, me volvió a angustiar.
todavía no he leído el libro ni visto la serie, y siento curiosidad, a ver si encuentro tiempo y ocasión
besos,
Publicar un comentario