Esta noche los muertos
han acudido a mi sueño. Es la única forma de estar con ellos sin ser consciente
de que ya no están. Vienen con historias imposibles y con ganas de desorientar,
aunque dormida no lo notas, te dejas llevar de su mano por esa trama narrativa
surrealista que proporciona el subconsciente. Solo intentas disfrutar de su
presencia, pues sabes que hacía mucho tiempo que no los veías.
Hemos reído y llorado
juntos, tomado unas copas, las que en vida no pudimos tomar y apenas hemos
charlado, ¿qué se le puede decir a un muerto que ya no sepa? No han venido a
mostrarme ni el camino correcto ni mis equivocaciones, nunca les gustó Freud.
Simplemente les ha apetecido pasar este sueño conmigo, mucho más de lo que se
puede esperar de los vivos.
3 comentarios:
Sencillamente maravilloso
No sabes hasta qué punto entiendo este relato tan bueno...
tienes unos muertos muy considerados, los míos suelen mostrarse más hostiles
besos,
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