Poco a poco vuelvo a leer. Me compré este cómic por el tipo
de dibujos azulados; porque trataba de un artista que había perdido la
inspiración (como yo); y su vida era un cubo de basura (como puede llegar a ser
la mía si continúo así).
Casi 400 páginas (el cómic es caro pero vale la pena) que he
devorado sin pausa pero sin prisa y que me han ido acariciando el alma hasta lo
indecible. Supongo que la empatía ha sido decisiva en mi gusto, pero si intento
extrapolarme un poco, creo que no es necesario estar en mi estado para que
guste.
Un aspecto que me ha encantado es que tal como está narrada
y algunos puntos de inflexión utilizados se acercan considerablemente al
realismo mágico. En la biblioteca del alma tengo este libro archivado al lado
de Lydie, porque hay historias que una vez que las hemos leído nos acompañan
toda la vida. Leedlo, ya me diréis.
1 comentario:
Gracias por la recomendación.
Y sí... Hay historias que se quedan grabadas para toda la vida.
Un saludo!
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