Hay ha sido un día sensacional. Nos hemos encontrado después
de mucho tiempo y parecía que no había pasado ni un segundo desde la última vez
que nos vimos. Hemos hablado de lo divino y de lo humano, pero pasando por
encima, porque esta vez, lo que más nos interesaba era hablar de nosotras
mismas. Nuestras vidas, han cambiado muchísimo desde que nos conocimos. En
seguida en la mesa se ha creado como dos bandos. En el que estaba yo, era el
bando “escorpión modo lagartija gris”. El bando contrario era todo dicharachería
y felicidad. Pero todo ha sido motivo para reírnos y darnos cuenta de que
debemos reunirnos con más asiduidad.
Juntas hemos pasado momentos inolvidables y quiero que
sigamos pasándolos y que a pesar de que en nuestro fuero interno pensemos que cualquier
tiempo pasado fue mejor (bando lagartija) aprendamos a dejarnos imbuir por el
espíritu del bando contrario.
Propósito del año: no dejar pasar un mes sin concertar nueva
quedada.
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